5 tips para el segundo embarazo: ¿Estás preparada?

bebé

Suele pasar que cuando vivimos nuestra primera experiencia como mamá y desarrollamos un parto normal o cesárea sin problemas, para el segundo embarazo nos sentimos más seguras de lo que sucederá. Pero si tu caso fue el contrario y no obtuviste los resultados esperados, normalmente sentirás mayor preocupación.

Por eso Facemamá te entrega algunos consejos que te permitirán vivir tu segunda experiencia con mayor tranquilidad.
La preparación del nacimiento de tu segundo bebé parece todo un desafío, pues nos sentimos más cansadas al tratar de no quitarle la atención necesaria a tu primer hijo y querer prepararnos física y emocionalmente para el que está por llegar, lo que desemboca en tu descuido.

Tal como lo hiciste en tu primer embarazo, lo primordial es tu salud, por lo tanto es importante:

  • Mantener una alimentación saludable, es decir: compra frutas y verduras, estas últimas las puedes acompañar con pastas, que te ayudarán a obtener los carbohidratos necesarios. Recuerda comer frutas entre las comidas, procurando evitar las golosinas.
  • El descanso es primordial, así es que cuando puedas despreocúpate de las labores de casa.
  • Ejercítate acorde a tu etapa de embarazo; realiza ejercicios sencillos en algún espacio amplio de tu casa, o bien si es tu segunda vez, puedes salir a pasear a tu hijo en coche y aprovechas de caminar.
  • Dedica al menos dos o tres minutos al día para experimentar nuevas sensaciones con el pequeño que crece dentro de ti, ya sea respirar profundo, hablarle o cantarle mientras te imaginas lo que siente él.

¿Qué siente tu cuerpo?

Existen muchas diferencias sensoriales en tu cuerpo si comparas tu primer embarazo con el segundo. Respecto al bebé, comienza a moverse mucho antes que en tu primera vez, lo que hace que tu pancita sea más pronunciada.

Es importante que siempre tengas cuidado con tu postura, para evitar ese conocido dolor en la pelvis, el cual puede manifestarse mucho antes que en tu primera experiencia, pues aumenta la presión en las articulaciones.

Las primeras señales de un embarazo son las mismas: hemorroides, incontinencia urinaria o varices, la diferencia es que ahora las conoces y sabes qué hacer. Lo mismo ocurrirá si en el embarazo de tu primer hijo tuviste algún tipo de complicación, como colestasis intrahepática o diabetes por ejemplo, volverán a repetirse con la diferencia que ahora sabes qué hacer en cuanto a tu alimentación, conoces a los doctores que te deben atender y los medicamentos que debes comprar.

En cuanto a las nauseas, según lo dicho por algunas mujeres, se presentan con menor intensidad en tu segunda vez, pero no a todas les ocurre lo mismo, pues debes recordar que cada embarazo es diferente emocional y físicamente.

El riesgo de la preeclampsia

Para tu tranquilidad, existen diversos estudios que concuerdan en que si no tuviste preeclampsia en tu primer embarazo, tienes menor riesgo de padecerla en las siguientes experiencias.
En caso que hayas pasado por esta complicación médica, tienes un 10 por ciento de posibilidades que te vuelva a ocurrir. Cabe destacar que este porcentaje aumenta si el plazo entre tus embarazos es muy amplio.

No obstante, debes saber que también existe riesgo de padecer preeclampsia por parte del padre del bebé, ya que si su mujer anterior tuvo este síndrome, estarás más propensa a tenerlo. De igual manera sucede en tu condición de mujer, si es que has cambiado de pareja.

Existen algunos factores que aumentan las probabilidades de desarrollar preeclampsia, como por ejemplo: si tienes hipertensión crónica, exceso de peso, eres diabética, eres de tez morena, si tuviste un parto prematuro o bien, si tu bebé nació demasiado pequeño en relación al desarrollo que debió haber ejercido en los nueve meses de gestación.

De todos modos, si no presentas ninguna de las características mencionadas anteriormente, ¡no te despreocupes! Y pon atención cuando tengas problemas en la vista, dolores de cabeza y molestias en tus costillas derechas, específicamente si presentas estos síntomas después de la semana número 20 de gestación. Además, para evitar cualquier sorpresa, en cada control prenatal pide que revisen tu presión arterial y te realicen el examen de orina.

Estabilidad emocional

Es posible que al haber experimentado situaciones complicadas en tu anterior embarazo o parto, te encuentres preocupada y desorientada ante una segunda vez. Esto afectará directamente tu estabilidad emocional, por eso no debes dudar en expresar tus dudas hacia una amiga y pídele que te acompañe a una matrona o al mismo médico con quien te controlaste la primera vez, a quien podrás pedir que analicen los errores cometidos en aquella oportunidad.

También te ayudará bastante conversar sobre síntomas y experiencias con amigas que estén embarazadas, pero si no es tu caso, puedes inscribirte en las clases prenatales o de preparto que ofrecen en el hospital o clínica más cercana a tu hogar, allí conocerás a mujeres que se encuentran en tu mismo periodo de gestación y podrás compartir con ellas tus inquietudes. También existen cursos y talleres para madres primerizas, pues con el pasar de los años la atención de maternidad ha tenido grandes avances para facilitar y apoyar a la mujer en esta hermosa misión de otorgar vida al mundo.


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