Divorcio: Lo que NO debes hacer en este proceso con tus hijos

niño

El divorcio es una realidad que afecta cada vez a más familias, a veces por problemas tan serios como la violencia física, psicológica, engaños o simplemente por darse cuenta que la relación ya no es sana ni constructiva por lo que es mejor emprender caminos distintos.

 

Cuál sea la razón de la separación de la pareja siempre es necesario velar por el bienestar de quienes miran esta situación como espectadores, los hijos.

Para que tus pequeños pasen por este proceso, que generalmente no es de un día para otro, de la manera más sana posible, es que te entregamos pautas que te ayudarán a cuidar el bienestar de tus hijos. ¡Presta atención!

 

No le hables mal de tu ex

Probablemente tengas toda la razón al estar enojada o dolida con tu ex pareja, quizás el comportamiento ha sido erróneo y no enmienda su conducta, sin embargo hablar mal de él delante de tus hijos sólo logrará hacerle daños a tus pequeños, sintiéndose ellos mismo violentados al hablar mal de su progenitor que sin duda tiene un lugar importante en su corazón . Además de crear inseguridades ya que al destruir su imagen paterna destruyes un signo de seguridad del niño. Recuerda que lo más importante es que este proceso sea lo menos doloroso para los hijos, así que es tu trabajo de padre cuidarlo de esos daños que sin quererlo podrías estarle ocasionando por tus palabras.

Comentar con otros los pormenores de tu divorcio cuando tus hijos están presente

Sabemos lo importante que te desahogues al enfrentar una situación tan compleja como un divorcio, sobre todo con las personas cercanas a ti, pero si tus hijos ven este desahogo y escuchan cosas privadas que corresponden solo a la pareja el daño que puedes estar provocando podría ser irreversible.

Sé muy cuidadosa a la hora de tener este tipo de conversación y siempre ten presente que aunque los niños parezcan que hacen otra cosa, en la realidad están escuchando y calando hondo en sus sentimientos cada palabra que entra por sus oídos.

Ataques de llanto

Externalizar tu rabia, pena y cualquier sentimiento siempre será positivo, hazlo y vive tu proceso de sanación. Sin embargo nunca lo hagas delante de tus hijos, ellos confían en que todo saldrá bien y verte gritando o estallar en llanto sin control sólo generará incertidumbre en ellos, ten mucho cuidado ahí.

Discutir con tu ex frente a tus hijos

Cuando empiezas el ciclo del divorcio o estás en medio de él, ambos conyugues están con el dolor a flor de piel, por lo que cualquier cosa, por pequeña que sea, exaspera los ánimos y pueden generarse grandes discusiones. Si bien, es tremendamente difícil medirse a la hora de sentirse ofendido debes recordar que tu bien superior es el bienestar de tus hijos, por lo que cuando enfrentes esta situación sería bueno recurrir a frases tales como “¿Te parece que hablemos de esto en otro momento?” o simplemente ir a otro lugar por un momento, respirar y responder que es un tema que prefieres conversar luego. Sabemos el autocontrol indescriptible que requiere reaccionar de esa forma, pero también sabemos que velas porque tus hijos no sufran, así que piensa en ellos antes de responder cualquier cosa.

Hacer que tus hijos “estén de tu lado”

Esta actitud puede parecer infantil pero es más común de lo que se puede pensar. El querer la empatía de tus hijos y que te pongan el sitial de “el bueno” puede hacer que generes mucha angustia e inseguridad en los pequeños por no querer hacer nada que pueda ser traición para ti. No les generes esa angustia y déjalos disfrutar de su madre y padre de la misma manera. Ellos, a su corta edad, no tienen el discernimiento para entender muchos temas de la separación, cuando grandes quizás los entiendan y ahí es cuando conversarán lo que corresponde en ambos lados. Por el momento recuerda que tu rol es que ellos salgan lo menos dañados de este proceso que de por sí es muy doloroso.

Usarlos para sacarles información

Probablemente tus hijos manejen mucha información del progenitor que ya no vive en casa, o al menos mucha más de la que manejas tú. Hay muchas cosas que debes saberlas por el bienestar de tu hijo y por asegurarte que se encuentre bien física y emocionalmente, sin embargo hay otras que no importa realmente y que simplemente el saberlas es para inmiscuirte innecesariamente en asuntos que ya no te competen. No generes en tu hijo un conflicto de intereses por no querer traicionar a uno y ocultar información a otro.

Muéstrale que las cosas cambiaron pero la sanidad de él, bienestar y amor de parte de ambos padres hacia él se mantienen intactas.

Hay muchas otras cosas que puedes hacer, que probablemente las irás descubriendo en el camino pero siempre ten claridad mental para enfrentar situaciones que te puedan sacar de quicios. Recuerda que ninguna discusión que ganes vale más que tus hijos estén bien y no vean dañados por decisiones de adultos


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