Llevar a cabo un divorcio debe ser meditada con detenimiento por las personas involucradas, sobre todo, si existen niños en la familia, porque tienden a convertirse en víctimas de esta acción al quedar en medio de lo que algunos piscólogos consideran una batalla de sentimientos.
Por esa causa, al momento de separarse es importante que se consideren las consecuencias que puede traer esta práctica porque regularmente los pequeños observan que hay odio entre sus progenitores tienden a ser más inseguros y callados.
De hecho, la clinica MSD de Estados Unidos insta a los adultos a conservar la paz, una vez que deciden culminar su relación amorosa, porque de esa manera se generarán menos traumas en seres que apenas empiezan a entender que las cosas no son eternas, algo que los obligará a madurar rápido con respecto a otros infantes.
¿Qué tan común es un divorcio?
«El divorcio es una situación difícil y muy dolorosa para la pareja, pero es mucho peor para los hijos. Las estadísticas no paran de crecer y en los últimos años arrojan una realidad evidente: el divorcio es más común de lo que parece», explica Silvia García, periodista de Cuídate Plus, portal especializado en salud.
Ese sitio web afirmó que en el planeta el divorcio se ha transformado en una práctica común, debido a que las personas empiezan a tomarlo como una posibilidad, incluso cuando hay espacio para laborar en pro de salvar una relación con la comunicación continua.
«Según datos del Instituto Nacional de Estadística (de España), 76,6 % de los divorcios en el mundo fueron por mutuo acuerdo, mientras que el 23,4 % fueron contenciosos. Con respecto a esto, los hijos suelen ser considerados las mayores víctimas de la separación porque su mundo: el hogar que hasta entonces habían conocido, se viene abajo sin que nadie, además, les pida opinión».
¿Cuáles son las consecuencias para los infantes?
De acuerdo con estudios hechos por la Academia de Psiquiatría para Niños y Adolescentes de Estados Unidos (AACAP), la principal consecuencia que produce un divorcio para los menores de edad es la culpa, pues creen que causaron las diatribas entre sus antecesores.
«Los niños con frecuencia creen que son la causa del conflicto entre su padre y su madre. Muchos de ellos asumen la responsabilidad de reconciliar a sus padres y algunas veces se sacrifican a sí mismos en el proceso. En la pérdida traumática de uno o de ambos padres debido al divorcio, los niños pueden volverse vulnerables tanto a enfermedades físicas como mentales», indicó.
«Los niños sienten temor a ser abandonados o a perder el amor de los padres. Por eso se transforman en individuos inseguros», señaló MSD.
¿Cómo evitar los traumas infantiles en las separaciones?
AACAP expuso las normas que se deben seguir al momento de decirle a los niños que se producirá una separación, algo que garantizará su salud mental. A continuación presentaremos las medidas:
- No mentir. Cuando se le oculta a un infante un divorcio inminente, tiende a asombrarse y tristeza en las mismas proporciones. Prepararlos para ese día es importante para que sepan que no van a ser olvidados cuando sus padres no vivan más juntos.
- Comunicar la información juntos. Nunca se debe hablar del tema de manera aislada. Los dos padres deben explicar por qué ocurre la situación y un chipilín entenderá mejor las cosas.
- Unión con los chicos. Hay que hacer que ambos padres puedan compartir con los chicos sin restricciones. Así podrán disfrutar de sus papás en distintos momentos.
Si se cumplen estos consejos, al momento de concretarse un divorcio, los muchachos podrán amoldarse y superarlo para concretar el desarrollo psicológico de cara al futuro, con el fin de ser ciudadanos sin ningún tipo de complejos.