Protección solar del bebé

niño

Es fundamental aprender a cuidar la piel de tu hijo de los rayos UV porque según los estudios realizados por la Corporación Nacional del Cáncer, la radiación ultravioleta ha aumentado progresivamente en nueve regiones de Chile, entre Arica y el Maule.

En cuanto al uso de piscinas, expertos en medicina dermatológica aconsejan que, lo ideal es no bañar a los niños menores de 24 meses en ellas y de ser absolutamente necesario, es recomendable hacerlo por periodos muy breves y con trajes de baño que les cubran la piel y que tengan protección ultravioleta (UPF).

De acuerdo a lo conversado con el experto en dermatología Rodolfo Klein de Clínica Klein, cada día más, la sociedad ha tomado conciencia de lo importante que es cuidarse del sol, por el daño que genera la radiación solar, cuando no hay una protección adecuada.

No obstante, hay un desconocimiento general de lo que pasa con los menores de entre 1 y 2 años. Esto ocurre porque está claramente establecido que la mayoría de los filtros para niños son de 2 años para arriba y hay consenso en que los menores de 1 año no debieran exponerse al sol.

Pero de acuerdo al doctor Klein, “hay un terreno de nadie que anda entre el año y los 2 años, pues algunos especialistas dicen que los niños de esa edad sí se podrían exponer al sol con una protección adecuada y otros, estiman que de ninguna manera se podría hacer”.

Lo que ocurre es que los filtros para niños no son los mismos que los filtros para adultos, dado que su formulación es distinta. Según explica el doctor Klein, “los protectores solares para adultos son casi todos químicos, mientras que los filtros para niños son físicos, es decir, no tienen productos químicos que hagan una reacción con los electrones que vienen de la radiación, si no que generan un efecto pantalla”.

Agrega que, “así y todo, la piel del niño más pequeño, que es inmadura, puede absorber esos metales, por lo tanto, si bien no está claramente establecido sí el niño de 12 a 24 meses puede exponerse al sol con un buen protector, es mejor tomar los resguardos y no exponerlos por más de 15 minutos”.

El especialista explica que lo más recomendable es que si se quiere salir con los pequeños, es bueno hacerlo en un coche cubierto, antes de las 10 de la mañana o después de las 5 de la tarde. Y en caso de querer bañarlos en la piscina, hacerlo por periodos breves, con ropa de baño con filtros solares UPF, que en lo posible cubran gran parte de la piel del menor.

En ese caso, se recomienda aplicar el filtro para niños de 2 años y luego de bañarlo en la piscina, hacerlo en la ducha para quitarle el protector solar. Hoy en día los trajes de baño (poleritas y short con protección ultravioleta) se encuentran incluso en los supermercados, así que proteger adecuadamente a los niños, está cada vez más al alcance de la mano.

Por su parte, el experto David Oschilewski, dermatólogo de Clínica Ciudad del Mar, indica que las cifras son al menos preocupantes. En apenas una década se duplicó en Chile el número de casos de cáncer a la piel. En este escenario, se hace indispensable tomar las medidas de precaución para evitar que una descuidada sobreexposición a los rayos UV tenga consecuencias tanto para la piel como para la vista.

El dermatólogo afirma que “las medidas de fotoprotección se deben utilizar en invierno y en verano». Coincide con sus colegas en que «uno de los primeros pasos para cuidar la piel es el uso del filtro solar, lo que permite protegernos de una gran cantidad de radiación».

La recomendación de los especialistas es que la fotoprotección debe ser a temprana edad. El dr. Oschilewski señala “que desde los 6 meses es recomendable que los pequeños utilicen pantallas minerales, esto hasta los dos años, ya que desde esa edad pueden usar filtros solares. Los niños menores de seis meses no deben ser expuestos al sol porque su piel está recién formándose y la radiación pasa casi directamente”, agrega.

A partir de los tres años el uso de protección diaria con un factor 30 hacia arriba está bien. Para ello, agrega Oschilewski, lo ideal es aplicarse el filtro 20 minutos antes de salir a la calle para que pueda hacer su efecto. Si usamos un factor 30 cada cuatro horas debemos volver a aplicarlo, pero si es sobre 50 hay que reaplicarse a la hora de almuerzo y a eso de las 17:00 horas”, afirma el especialista.

Sin embargo las medidas de protección no están acotadas únicamente al cuidado de la piel, ya que los ojos también están permanentemente expuestos a la radiación. El dr. Oschilewski afirma que “es necesario tomar todas las medidas de fotoprotección que no se limitan al uso de filtro solar, sino que debemos proteger nuestros ojos, ya que la prolongada exposición a los rayos UV puede contribuir a lo largo del tiempo a la formación de cataratas y lesionar la retina”.

En verano: cómo cuidar del sol al bebé

Cuando se acerca el verano, el sol comienza a ser más intenso día a día por lo que debes preocuparte especialmente de la piel de tu bebé. La clave está en el tiempo de exposición del niño al sol.

Como se mencionó anteriormente, existen muchas informaciones acerca de la peligrosidad de los rayos ultravioletas y del daño acumulativo que genera la exposición prolongada al sol. Lo cierto es que los días comienzan a ser más calurosos y es necesario tomar algunas medidas de protección solar para resguardar la piel de los bebés. Si bien debes tener ¡cuidado con el sol!, tampoco es necesario que lo alejes de tu pequeño completamente.

Las recomendaciones generales llaman a evitar tomar sol desde el mediodía hasta las cuatro de la tarde, puesto que la radiación ultravioleta es mayor y mucho más peligrosa. Por ello, el pediatra de la Clínica Las Condes y experto en seguridad infantil, doctor Carlos Hinzpeter, explica que “los niños pueden estar al sol desde los primeros meses de vida; el tema pasa por la hora de exposición”.

Es decir, puedes colocar al pequeño al sol a las 10 de la mañana o cinco de la tarde, horas recomendadas anteriormente por los expertos, pero durante contados minutos de reloj. Por ejemplo, en el caso de un lactante de tres meses, “lo colocas un minuto y medio por cada lado y lo sacas”, acota el especialista.

Tampoco debes confiarte si la piel de tu pequeño es más oscura. Ya que si bien las personas de tez blanca son mucho más sensibles a los efectos de la luz solar, las recomendaciones respecto a una exposición restringida son las mismas. “La radiación ultravioleta es acumulativa y está muy de la mano con el cáncer a la piel”, especifica el pediatra.

La preocupación respecto al tema es general, ya que si el bebé se somete al sol en forma prolongada y desde muy pequeño, en su adolescencia continuará con esta práctica, transformándose en un adulto con excesiva acumulación de rayos UV.

Existen algunas particularidades en relación al sol, ¿sabías que le entrega al cuerpo vitamina D, ayudando a prevenir el raquitismo? Sin embargo, el doctor Hinzpeter aclara que ya no resulta necesario buscar los rayos del sol para prevenir esta enfermedad a los huesos, ya que existen alimentos que contienen vitamina D y que muchos pediatras le recetan a sus pacientes.

¿Cómo protegerlo?

Mantener lejos al sol y a los bebés bien resguardados es toda una tarea. Si bien debes evitar los horarios donde los rayos ultravioletas son más perjudiciales y poner atención en cuánto al tiempo de exposición, tomar medidas de protección complementarias resulta imprescindible.

Coloca a tu bebé bajo una sombra real, es decir, en aquellas que generan las estructuras de cemento o árboles frondosos. En opinión del especialista, la radiación ultravioleta es capaz de atravesar el resguardo que entregan las sombrillas. En otras zonas del mundo existen algunas con bloqueador UV, aunque en nuestro país aún no se encuentran disponibles.

El bloqueador como ya se mencionó, es otra alternativa para tus hijos porque “lo pueden usar desde pequeños, aunque se debe escoger uno adecuado para niños y con un nivel de protección no demasiado alto, ya que poseen muchos químicos. Esto resulta alergizante y agresivo para la piel de los menores que es muy delicada”, explica el pediatra.

El factor de la crema protectora es otro punto a considerar. En palabras del especialista, un bloqueador factor 30 es suficiente para proteger al niño durante 15 o 30 minutos de exposición al sol.

En el caso de los bloqueadores de menor grado “debes utilizarlos con mayor frecuencia, debido al contacto con el agua o exposición al sol. En niños de seis años, por ejemplo, que corren mucho, hay que aplicarles bloqueador a cada hora”, precisa el pediatra. Además, considera que los bloqueadores de factor 90 y 100, son de mayor durabilidad, pero aportan más química sobre la piel.


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