Alergias en la piel del bebé, prevención y tratamiento

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En los más pequeños la capacidad inmunológica de la piel aún está en desarrollo, es por eso que se debe tener sumo cuidado de los cambios que presente al aplicar productos tópicos.

Experto: Mónica Ross, dermatóloga de Clínica Avansalud y Luisa Morales, química de Desarrollo de Laboratorio Ballerina

Es común escuchar a los médicos decir que debemos tener cuidado con la piel de nuestros hijos. Que ésta es sensible y delicada, y que reacciona fácilmente al medio. Consejos que sin duda debemos incorporar en el aseo diario de los niños, en especial en los más pequeños.

Estas recomendaciones buscan evitar que el bebé sufra de reacciones alérgicas tópicas y sus agravantes. La dra. Mónica Ross, dermatóloga de Clínica Avansalud, explica que los menores “no tienen desarrollado mecanismos de defensa que los protejan. Esta capacidad se encuentra en fase de maduración y las células defensivas que se encuentran en los estratos más profundos de la dermis, consiguen funcionar correctamente en torno al segundo año de vida”.

Es por ello que será fundamental utilizar productos pensados especialmente para ellos, que sean de pH neutro, hipoalergénico, sin colorantes y dermatológicamente testeados, como es el caso de toda la línea de lociones, jabones, shampoo, aceites y colonias de BabyLee.

Tal como expresa Luisa Morales, química de Desarrollo del Laboratorio Ballerina, “la piel de un bebé absorbe todo igual, incluso más por ser más delgada. Los padres deben estudiar la rotulación de los productos y no elegir aquellos que cuenten con elementos que puedan provocar ciertas reacciones adversas, tales como algunos preservantes, colorantes y ácidos o bases fuertes o queratolíticos (ej. AHA y retinol).

¿Cómo identificar alergias tópicas?

En palabras de la especialista Mónica Ross, “en bebés sólo se puede identificar una alergia en forma empírica. Por ello, es importante que los padres estén atentos a los cambios o reacciones alérgicas que puedan aparecer”. Entre ellos ronchas, manchas, enrojecimiento de la piel, sequedad, ardor y picazón.

Cuando el niño es más grande, después de los 4 años, se pueden realizar exámenes que midan los antígenos, sustancia que desencadena la formación de anticuerpos. Existen distintos métodos para encontrar la causa de la alergia, entre ellos encontramos las pruebas cutáneas, que son las más usadas e incluyen exámenes intradérmicos, por escarificación, de parche y otros.

También pueden realizarse exámenes de sangre, los que miden los niveles de anticuerpos alérgicos producidos cuando la sangre se mezcla con una serie de alérgenos en un laboratorio y también las pruebas de ‘aplicación’ o ‘eliminación’, donde se eliminan distintos tipos de elementos y/o se introducen, mientras se observa la respuesta del niño a la sustancia. Esto se emplea a menudo cuando se están evaluando alergias a comidas o a medicamentos.

¿Qué hacer frente a las alergias en la piel?

Si el bebé o niño presenta reacciones alérgicas a algún producto que se le haya suministrado, se recomienda las siguientes acciones:

  • Como primer paso suspender todo tipo de cremas, jabones, colonias, talcos entre otros productos, hasta que el pediatra identifique el motivo del trastorno.
  • Luego, aplicar compresas frías o agua termal en la zona afectada para aminorar los efectos de la alergia.
  • Dependiendo de la edad y en nivel de afección, es posible utilizar, solo con autorización del pediatra, emolientes (Cetaphil, Fisio Gel) a veces mezcladas con antiinflamatorios, y consumir antiestamínicos orales (desloratadina o clorfenamina).


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