Lo primero que debe entender un adulto es que un bebé pasa nueve meses dentro del útero de la madre, durante este periodo el embrión fue creciendo en un lugar oscuro, apretado, con agua tibia y sonido del exterior amortiguado por el líquido amniótico que lo convertía en ruido pasivo y relajante, así como también con un corazón latiéndole cerca de él que le brindaba tranquilidad.
Cuando el bebé entra en contacto con el mundo, se encuentra con ciertos ruidos o espacios que suelen incomodarlo, la matrona Blanca Ossa dice algunos tips que pueden ayudar a calmar a nuestro recién nacido mientras se acopla a su nuevo entorno:
- Cobíjalo con tus brazos
Carga al bebé de modo que su cuerpo quede totalmente rodeado con tus brazos, tocando con tus manos sus pies y la cabeza, puedes realizar movimientos distintivos, debemos recordar que cuando el bebé estaba en la barriguita la mamá se movía, si el pequeño siente este movimiento le recordará su estadía en el útero, lo que le brindará tranquilidad por sentirse en un lugar que cree conocer.
- Realizar sonidos
Si el bebé se encuentra entre los brazos, la madre puede realizar sonidos como “shhhh”, este ruido es el que realiza la sangre al pasar por la placenta, el pequeño en momentos de inquietud pueden escuchar este sonidito y calmarse, por el hecho de que estuvo durante 9 meses escuchando el fluido de la sangre.
- Cubrirlo con una manta
Una buena opción también es enrollar a tu bebé en una mantita que toque su cabeza y pies (preferiblemente una mantita que tenga el olor de su madre).
- El calor de mamá
Coloca al bebé en contacto piel con piel con la madre, el calorcito y el sonido de su corazón es el mejor tranquilizante.
- Dar pecho
El calorcito de mamá, el sonido de su corazón y la alimentación harán que el bebé se sienta tranquilo.
Los especialistas aseguran que lo más importante es que te acostumbres a calmar al bebé de manera natural, utilizar tranquilizantes o infusiones no es lo más recomendable, el bebé podría crear una dependencia a este tipo de sustancias.