El color amarillo de la piel se puede observar en todos los bebés recién nacidos, la mayoría sufren algo de ictericia y aunque en ocasiones no es visible se trata de una condición temporal que no causa daño y que desaparecerá por sí sola en las primeras dos semanas, en raras ocasiones puede ser muy grave, por lo cual es importante que los padres vigilen el color de la piel de su bebé. En los bebés precoces alcanza su nivel más alto entre los cinco y ocho días y puede tardar hasta dos meses en desaparecer.
“El color amarillo podrá ser visto normal según su edad, la bilis por lo general es la responsable de mantener un color amarilloso en la piel de los bebés durante sus primeros días de vida, y sucede cuando aún cuentan con un hígado inmaduro que no procesa la eliminación de la bilis de forma rápida, ahora si un niño después de dos semanas de vida sigue presentando esta coloración lo más recomendable es investigar”, asegura el pediatra, Juan Juanet.
¿La lactancia causa coloración amarilla en mi bebé?
Además de la ictericia fisiológica también se habla de la ictericia que se transmite a través de la leche materna, que afecta a algunos bebés que están siendo alimentados con pecho.
Esta ictericia se debe a que la leche que produce la madre contiene una sustancia que acrecienta la absorción de la bilirrubina por el intestino del bebé, cuando se manifiesta este tipo de problema lo más recomendable es suspender la lactancia hasta que el médico lo crea necesario.
En algunos casos, especialistas recomiendan alimentar al pequeño con leche de fórmula durante 48 horas aproximadamente, dándole tomas cortas pero frecuentes, para favorecer sus movimientos intestinales y ayudarle a evacuar, porque la expulsión de las heces favorece la eliminación de la bilirrubina y por ende ayuda a que desaparezca el color amarillo. Si el especialista observa que el bebé tiene su color normal la madre podrá continuar con la lactancia.