Lo primero que debe tomar en cuenta una madre es que el cólico es un tipo de dolor, más no es una enfermedad, por este motivo debe estar relajada y solo tomar algunos consejos para llevar su proceso de lactancia con entera confianza.
La matrona Blanca Ossa nos explica que: “El dolor tipo cólico es el que va y viene dentro del bebé, es decir, duele después se pasa y vuelve a doler, este tipo de molestias se pueden manifestar de diferentes maneras como por ejemplo con llanto o quejido a causa del retorcimiento del intestino cuando trata de expulsar los gases”.
¿Qué hacer con los cólicos?
Lo ideal es prevenirlos y esto pasa siempre y cuando la madre saque los gases del bebé adecuadamente después del ciclo de lactancia, “es importante que la madre realice este proceso de expulsión de gases, si decide cambiar de pecho durante el ciclo de amamantamiento”, dice Blanca Ossa.
Si los cólicos aparecen en tu bebé de forma inevitable puedes masajear suavemente la barriguita del bebé en el sentido de la agujas del reloj, puedes colocar sobre su vientre una bolsa de agua caliente envuelta en una toalla, esto resulta ser un buen calmante para los cólicos, una posición vertical igualmente puede contribuir a aliviar estos síntomas.
Si tu bebé toma leche de fórmula evita por sobre todas las cosas que entre el aire a través de la chupa del biberón (tetero), existen biberones que son antireflujo para limitar la aerofagia (ingestión de aire).
Los cólicos del lactante aparecen normalmente al anochecer, después que el organismo ha tratado de procesar los nutrientes, con una duración aproximada de 2 horas; los cólicos se hacen presentes después de la sexta semana de vida y desaparecen al tercer mes.
Los padres deben monitorear que el pequeño eructe después de comer, los bebés que son alimentados con fórmulas no deben consumir otra leche que no haya sido indicada por su pediatra, algunas leches contienen propiedades que causan daño en su estómago.