Te has preguntado en alguna ocasión cuándo darle el vaso de beber al bebé, ves que tu hijo está creciendo y quieres saber cuándo es prudente dárselo, te explicaremos a continuación cuándo y cómo hacerlo y de esta manera aclararemos todas tus dudas referentes al tema.
Si alimentas a tu bebé con leche artificial debes entender que el biberón representa para el niño un símbolo de tranquilidad, consuelo y compañía, más que un simple objeto, por eso puede ser un poco complicado el paso del biberón al vaso. Por otra parte cuando alimentas a tu bebé con leche materna, incorporar el vaso como herramienta para el proceso de alimentación es menos difícil, por ello es prudente que cuando intentes darle el vaso de beber al bebé en ambos casos, lo hagas poco a poco para que el niño se vaya acostumbrando al objeto.
Cuándo darle el vaso de beber al bebé:
A partir de los 6 meses, es un momento propicio para ir incorporando el vaso de beber en el proceso de alimentación del niño, ya que, es en ese momento cuando el pequeño comienza su alimentación complementaria, es decir, además de la leche materna o artificial el bebé ya estará probando algunos alimentos sólidos y jugos de frutas.
Puedes darle jugo o agua en el vaso al pequeño para que se vaya familiarizando con el objeto y lo identifique cada vez que lo vea.
Para hacer agradable el proceso de darle el vaso de beber al bebé, intenta comprarle un vasito que tenga dos asas a los lados con una tapa que tenga un pico, para que el bebé lo asocie con el biberón y sea más fácil de aceptar, hay mucho de estos vasos que traen dibujos animados en él, lo cual puede ser atractivo y divertido para el niño.
Comienza dándole agua y jugos en este vaso, para cuando vaya pasando el tiempo y el bebé pueda sostener de manera correcta el vaso quítale la tapa para que aprenda a beber como una persona adulta y posteriormente cuando el niños se acostumbre por completo al vaso quítale el que tiene asas y enséñale a utilizar un vaso normal.
Es relevante mencionar en este punto que darle el vaso de beber al bebé, trae muchos beneficios al pequeño, entre ellos están: el buen desarrollo psicomotor del niño, es decir, que al utilizar el vaso el pequeño aprende a coordinar sus movimiento y a controlar su fuerza y además el bebé se vuelve independiente lo que ayuda en su desarrollo psicológico y en su integración familiar y social.