El “hogar dulce hogar” también puede convertirse en un campo minado. Para que tu bebé esté seguro, sobre todo si ya está por caminar, sigue estos consejos.
Cuida los detalles de su dormitorio
Se ha calculado que un 80,5 % de los accidentes infantiles ocurren en el interior de la casa y como el bebé pasa un promedio de 19 horas durmiendo, su cuarto es una zona de riesgo potencial. No obstante, esto no tiene porqué ser así si te preocupas por la seguridad de tu familia. Es por ello que debes vigilar la temperatura de la habitación, mantenla, a 19 grados Celsius durante todo el año (invierno y verano) para evitar enfermedades y deshidrataciones.
Vigila que el sistema de las cortinas sea el adecuado; prefiere las varillas que los rieles con cordón, ya que el niño podría tirarlos, ahorcarse o botar toda la instalación sobre sí.
Escoge una cuna segura
- Cerciórate de que la cuna no oscile, ya que alguien (o el mismo bebé) podría volcarla. La separación de las barras debe tener al menos 45 milímetros para que el bebé no pueda meter su cabeza entre ellas y dejarla atascada.
- Uno de los principales riesgos es la asfixia, por eso, nunca le dejes ropa o accesorios sobre la cuna que puedan impedir su respiración. En vez de mantas, emplea sacos de dormir o pijamas enteritos para abrigarlo, y no le pongas peluches en la cama si todavía es pequeño.
- Por último, para prevenir el síndrome de muerte súbita, acuéstalo siempre boca arriba. Y después de su leche, ayúdalo a eructar para que no se atore.
Consejos anti-caídas
- Coloca su sillita reclinable o canasta en el suelo, no en altura. Recuerda que los bebés son inquietos y hasta pueden hacer piruetas.
- Cuando lo estés vistiendo, nunca lo dejes solo, ni siquiera por unos pocos segundos.
- Si tienes que ir a buscar algo a otra pieza, mantén siempre una mano sobre su vientre o llévalo contigo a la otra habitación.
- Como a partir de los 4 meses el bebé puede voltearse y ponerse boca abajo, vigílalo constantemente.
- Cuando comience a sentarse, pon mucho ojo a sus movimientos, ya que su equilibrio es inestable.
Que no se vaya a quemar
Muchos niños se han quemado con la mamadera; un gran error es calentarla excesivamente en el microondas, ya que puede quedar tibia por los lados y muy caliente en el centro. Antes de alimentarlo comprueba qué tan caliente está depositando unas gotitas en tu antebrazo o muñeca luego de agitar bien el biberón.
A la hora de bañarlo, procura que el agua esté a una temperatura de 37 grados Celsius. Puedes hacer uso de un termómetro, y también utilizar tus propias manos para alistar la tina con agua templada.
Es importante que puedas asegurar el espacio donde el bebé pasa el mayor de su tiempo, para que puedas sentirte confiada al ver que tu bebé está protegido de algún tipo de accidente. Si pones en práctica todos los consejos dados anteriormente podrás estar tranquila y disfrutar junto a tu bebé de un ambiente seguro y confiable.