La principal forma de contagio de las enfermedades respiratorias es por medio de gotitas, las que se producen, por ejemplo, al hablar, estornudar o toser.
La principal forma de contagio de las enfermedades respiratorias es por medio de gotitas, las que se producen, por ejemplo, al hablar, estornudar o toser. Debido a esto es recomendable como medidas preventivas:
- Evitar llevar a tus hijos a lugares cerrados donde se reúna mucha gente.
- Lavar frecuentemente tus manos con jabón o alcohol gel.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura.
- Ventilar adecuadamente el hogar todos los días.
- Calefaccionar el hogar sin excederse.
- Evitar usar estufas a parafina o leña, pues son muy irritantes para el sistema respiratorio.
- Evitar fumar cerca de los niños y, en el caso de que fumes fuera de la casa, cambiarte de ropa antes de acercarte nuevamente a tu hijo, pues las partículas irritantes quedan adheridas a la ropa y la piel.
Si tu hijo ya está con un cuadro respiratorio, es primordial llevar un buen control de éste para evitar complicaciones. El resfrío común se puede reconocer por los siguientes signos:
- Mayor cantidad de mucosidad nasal (blanca, amarilla o vede).
- Presencia de estornudos.
- Presencia de tos escasa (con o sin flemas).
- Presencia de fiebre hasta 3 días.
- Estado anímico conservado, excepto cuando está con fiebre.
- Apetito conservado en general o levemente disminuido.
Algunos datos útiles para combatir el resfrío común son:
- Aseo nasal frecuente (con Fisiolimp y perita, cada 2 horas como máximo)
- Lactancia materna en abundancia, ya que vuelve a las secreciones bronquiales más liquidas y más fáciles de eliminar por la tos, además del aporte de anticuerpos por parte de la madre.
- En caso de tomar leche en fórmula, que esté tibia, pues la leche muy caliente le producirá dolor al tragar.
- En niños más grandes, abundante líquido (jugo, agua), para poder eliminar las secreciones más fácilmente por la tos y evitar la sal en las comidas, pues le irritará más la garganta.
- Control de la temperatura y observar si aparecen signos de complicación.
Si tu hijo presenta alguno de los siguientes signos de complicación, no es necesario que lo lleves al Servicio de Urgencias, pues podría sobre infectarse allí con algún virus o bacteria más compleja. Sin embargo es importante consultar con tu pediatra si observas:
- Respiración agitada.
- Hundimiento de costillas al respirar.
- Aleteo nasal.
- Decaimiento generalizado no relacionado con fiebre.
Si tu hijo presenta alguno de los siguientes signos de gravedad debes trasladarlo de inmediato al Servicio de Urgencia más cercano:
- Respiración muy agitada y dificultad respiratoria.
- Hundimiento muy marcado de costillas (retracciones).
- Labios morados al toser o en reposo (cianosis).
- Pitito al respirar (sibilancias).
- Decaimiento generalizado (duerme más de lo normal).
- Rechaza la alimentación.
- No responde a estímulos (no tiene ganas de jugar ni de comunicarse).
- Ojos y/o mucosas secas.
Esperamos que estos consejos les sean de ayuda y frente a cualquier otra duda siempre pregunten a un especialista antes de actuar.