En este período el niño encuentra un equilibrio en su ritmo de sueño, desaparecen los cólicos, se alimenta correctamente, reconoce la diferencia entre el día y la noche. Duerme más horas por la noche y durante el día seguramente haga una o dos siestas.
Funciones más estables
El organismo del bebé se regulariza, siguiendo horarios más fijos para las comidas, por lo común 4 diarias; y para dormir, entre 8 y 12 horas por la noche y 5 – 6 horas en el día. Aprende a dormir y despertar sin llorar, siendo capaz de dormirse por sí solo si se despierta en medio de la noche.
No obstante, hay factores que pueden perturbar su sueño, como por ejemplo, leves accesos febriles debido a alguna infección, o alteraciones en su entorno (lugares y personas nuevas en su vida, como los cuidadores). Para ayudarlo en su adaptación, lo mejor es crear vínculos estrechos con él, ajustándose a su ritmo, además se puede ayudar al bebé creándole rutinas para dormir.
Muerte súbita en lactante
El síndrome de muerte súbita es una de las principales causas de mortalidad en niños menores a 1 año (en países occidentales, entre 1 y 3 bebés de cada 1000 mueren súbitamente mientras duermen). Lamentablemente, en casi la mitad de los casos no hay explicación.
Sin embargo, las investigaciones revelan que esta muerte se debe a varias razones combinadas: ya sean problemas respiratorios como apnea, ahogo por las propias regurgitaciones o el tener la nariz tapada.
La mayoría de los casos ocurre en estaciones frías, siendo más frecuentes entre los 2 y los 4 meses. Esto se debe a que es una etapa de transición, en la que el sistema defensivo del bebé no está totalmente desarrollado, y su sistema nervioso, cardíaco y respiratorio está evolucionando. Además, el bebé se está adaptando a ritmos nuevos.
Los bebés más vulnerables son los que han nacido con envejecimiento prematuro, con malformaciones faciales o en su boca, nariz u oídos, y aquellos que vienen al mundo en el seno de familias desfavorecidas (que no tienen el seguimiento médico necesario). El médico deberá estar atento a cualquier signo de peligro y hospitalizar al niño ante cualquier señal de problema que experimente durante sus primeros 6 meses de vida.
Cómo prevenir los riesgos
No existe una manera garantizada de prevenir el síndrome de muerte súbita, pero se puede disminuir enormemente el riesgo del bebé siguiendo las siguientes recomendaciones:
- Acuesta al bebé boca arriba para dormir
- Elige cuidadosamente el colchón y la ropa de cama
- Dormir en la misma habitación que tu bebé
- Evita abrigar demasiado a tu bebé
- Recibe atención prenatal con regularidad
- No fumes cigarrillos ni consumas alcohol o drogas ilegales durante el embarazo
- No permitas que fumen alrededor de tu bebé
- Asegúrate de que tu bebé reciba todas las vacunas recomendadas
- Amamanta si puedes
- Ofrécele un chupón (chupete) a tu bebé cuando lo acuestes a dormir
Es importante estar alertas, ya que entre el 50% – 75% de los casos de muerte súbita van precedidos por signos que señalan un padecimiento potencialmente mortal para el bebé.
Por todo lo anterior, debes estar atenta y siempre alerta para acudir al médico ante cualquier cambio en el comportamiento del pequeño, ya sea en su rutina de sueño, su manifestación de llanto o gritos, su respiración, o signos como molestia y fiebre alta.
