Es cierto que nos atemorizan las vacunas, sentimos que el pinchazo no sólo le duele al bebé, sino también a nosotras, pero lo que es realmente importante, es que estas son necesarias para la buena salud y desarrollo del pequeño.
Los bebés son impredecibles y es posible que el día de su vacuna amanezca con catarro, o incluso con fiebre, por eso, es necesario que tengamos en cuenta aquellas reacciones normales y las que no lo son tanto, para saber qué hacer o cómo actuar ante estas situaciones.
¿Qué es una reacción normal tras una vacuna?
Es normal el enrojecimiento ligero y un poco de hinchazón en la zona de la vacuna, esta puede durar hasta tres días, aumentando discretamente la temperatura del bebé los 3 o 4 días siguientes, causando irritabilidad y somnolencia.
Por otro lado, con la triple vírica, la reacción del bebé puede surgir entre 7 y 14 días después, causando malestar, fiebre y en algunas ocasiones sarpullido ligero por el cuerpo.
¿Y una reacción anormal?
No es normal que a los 20 minutos posteriores a la vacuna aparezca ronquera en el llanto, dificultad respiratoria o sudor intenso, sonidos en el pecho, alteración del ritmo cardiaco, ronchas en la piel, fiebre de 40,5 ºC, debilidad…
Si estas frente a alguno de estos síntomas, es porque el niño está manifestando una reacción severa que debe ser tratada inmediatamente por el médico.
Las reacciones alérgicas en los niños tras el pinchazo, pueden presentarse debido a la misma vacuna o sus ingredientes: los conservantes (los antibióticos, la neomicina entre ellos), los estabilizantes (como la gelatina) o los adyuvantes.
¿Qué pasa si tiene fiebre ese día?
La fiebre no es un impedimento para vacunar al bebé, sin embargo, si lo ves muy decaído, consulta con el pediatra y cambia la cita.
¿Y si tiene diarrea o vomito?
Estos son contratiempos para la vacuna oral del rotavirus, así que esta se retrasará hasta que la salud del niño esté estable, ya que si vomita cada 10 minutos, se habrá perdido el efecto de la vacuna.
Es importante que sepas que si tu hijo padeció alguna invaginación intestinal o malformación de intestino, debes consultarlo con el pediatra antes de vacunarlo.