No hay forma de evitar que los niños lloren. Es su manera de comunicarse si tienen hambre, o les duele algo o necesitan dormir. Lo complicado es que los papás no pueden interpretar lo que sus hijos quieren decirle con el llanto.
En un inicio puede ser difícil la crianza, pero esto se trata de probar y de equivocarse, luego aprenderás a reconocer cuáles son sus necesidades. Para esto te dejamos las razones más comunes por las que lloran los niños y cómo aliviarlo.
- Hambre: Cuando logres comprender las señales de tu hijo, lograrás darle de comer antes que comience a llorar. Si está inquieto, hace ruido con los labios, toca sus mejillas y se lleva sus manos a la boca.
- Pañal sucio: Algunos niños lo comunican inmediatamente cuando necesitan un cambio de pañal, es fácil de saber y sencillo de solucionar.
- Dormir: Cuando están cansados, se ponen a dormir donde sea y como sea. Algunos en vez de quedarse dormidos, se ponen irritables y lloran.
- Tenerlo en los brazos: Los bebés necesitan mucho amor. Les gusta mirar a sus papás, escuchar voces y sentir los latidos de su corazón. Si llora es probable que te esté pidiendo que lo tomes en los brazos.
- Problemas en su estómago: Pueden estar asociados con gas o cólicos y generan ataques de llanto. Lo más conocido es el cólico y genera un llanto de al menos tres horas. Si es el caso, le puedes dar gotas antigases o alguna agua medicinal que puede estar preparada con hierbas, pero ante todo lo mejor es consultar con tu doctor para no tener ninguna duda.
- Eructar: Si tu pequeño llora después de que ha comido, tal vez necesita eructar. Los bebés tragan aire cuando toman leche o beben de la mamadera. Hay pequeños que les molesta el aire en el estómago, mientras que otros no necesitan eructar.
- Frio o calor: Si tu pequeño siente frío cuando lo cambias, llorará porque se siente incómodo. Los recién nacidos les gusta estar abrigados y calentitos, necesitan tener una prenda de abrigo más que los adultos, para estar cómodos. Si está muy caluroso se comenzará a quejar.
- Molestias: Los bebés pueden sentirse incomodos y es difícil de notar. Algunos bebés son tan sensibles que les molestan hasta las etiquetas de la ropa o las telas rasposas.
- Dientes: Cuando le comienzan a salir los dientes es algo molesto y doloroso. Algunos sufren más que otros, pero todos estarán irritables y llorones. El primer diente suele salir entre los 4 y 7 meses.
- Menos estimulación: Los niños aprenden de la estimulación que ofrece el mundo, pero a veces es difícil procesar todo y se sienten abrumados. Si tu pequeño llora desconsoladamente, llévalo a un lugar tranquilo, y consuélalo.
- Más estimulación: Tu hijo puede ser uno de los bebés exigentes y extrovertidos que siempre es curioso. A lo mejor la única manera de calmarlo cuando llora es mantenerlo activo.
- No se siente bien: Debes estar seguro de que tu hijo este cómodo, ya que si luego de darle de comer sigue llorando, lo más probable es que esté a punto de enfermarse. Ve si tiene fiebre o si tiene otro síntoma de alguna enfermedad. Recuerda estar siempre atenta.
- Qué hacer si tu hijo sigue llorando: Hay veces en que no entiendes lo que ocurre. Los bebés lloran por buenas razones, pero ni los papás con más experiencia pueden descifrar que les ocurre. Lo mejor es que puedes consolarlo aunque no sepas lo que le pase y estar siempre pendiente de su bienestar.