Es importante que los padres enseñen a sus hijos a dormir solos y ayudarles a adquirir hábitos de sueño que sean saludables, incluso, los niños que se duermen fácilmente en ocasiones necesitan una pequeña ayuda para irse a la cama. Sin embargo, muchos bebés tienen problemas para dormir y ante tal inquietud es relevante que los papás logren mejorar el sueño nocturno del bebé utilizando estrategias a corto plazo que ayuden a su descanso y tengan mejor desarrollo.
Crear rutinas de sueño no siempre es fácil, pero estrategias sencillas como un osito de peluche, su chupete, una melodía, caricias, su manta preferida o algo que lo identifique, puede ayudar al pequeño a dormirse sin problema. No obstante, debemos tener cuidado con el apego a estos objetos o personas ya que es posible que traigan consigo un efecto no deseado, es decir, el niño puede terminar dependiendo exclusivamente de la presencia de un determinado producto o situación para poder dormirse.
Otra estrategia que puede ayudar a mejorar el sueño nocturno del bebé es chuparse el dedo ya que podrá relajarse al momento de dormir, pero esto puede provocar problemas dentales en niños a largo plazo.
Algunos bebés tienen el sueño muy frágil por lo que se desorientan o enojan cuando se despiertan por la noche en una habitación oscura ya que no pueden ver algo reconocible. Para tal situación existe una solución sencilla: adquiere una luz de noche, esto asegurará que él se sienta en un entorno seguro y le ayudará a volver a dormirse.
¿Qué hacer para mejorar el sueño nocturno del bebé?
Rutinas nocturnas
- El ritual puede incluir alguno de los siguientes elementos; o incluso, todos: darle un baño al niño, jugar de manera tranquila, ayudarle a ponerse el pijama, leer un cuento o dos, cantar una canción de cuna, y darle un beso de buenas noches.
- Acostarlo siempre a la misma hora durante la semana y los fines de semana, es clave para establecer buenos hábitos de sueño.
- Adaptar al niño a algún objeto para dormir (a corto plazo y variar el objeto).
- Acurrucarlo o amamantarlo.
- El chupete.
- Grabaciones de ruidos ambientales o música.
Todos estos remedios deberían considerarse soluciones a corto plazo y evitando el apego emocional, porque el niño necesita aprender a dormirse solo, en vez de depender de ruidos especiales u otros productos.