Cuando el bebé no duerme bien, toda la familia sufre. En este tema te hablaremos de 2 errores que algunos padres cometen y cómo evitarlos para que los hábitos de sueño del pequeño (y de paso los tuyos) no se vean afectados.
- Dejar de lado las rutinas
Si los papás no respetan las rutinas de dormir del bebé, ya sea por algún panorama, el trabajo u otra circunstancia, no podrán sentirse seguros ni podrán descansar lo necesario. Lo mismo sucede si se les priva de su cuna, haciéndolos dormir en el coche u otro lugar.
Pasa lo mismo que con el resto de la gente, se requiere tiempo para quedarse dormido; primero relajarse y luego conciliar el sueño. Si sigues una rutina de descanso para el bebé, lograrás que duerma de corrido, tanto en la siesta como en la noche. Se acostumbrará a seguir horarios y sabrá cuándo es hora de dormir.
¿Cómo empezar la rutina? Debe comenzar 1 hora antes de que acostarlo. Consiste en: un baño caliente, ponerle el pijama, darle su cena, bajar las luces, contarle un cuento o cantar una canción de cuna y ¡a dormir! Recuerda seguir siempre el mismo orden, para que el bebé reconozca que el día ha terminado y es hora de dormir.
- Pasar por alto las señales de sueño
Existen diversos signos que indican sueño en los bebés: frotarse los ojos, bostezar, quejarse, llorar o rechazar la comida o el jugo. Asimismo, si el pequeño no presta atención a otras personas, es porque ya le está costando mantenerse despierto.
Si no se toman en cuenta estas señales, o peor aún, se le estimula en vez de relajarlo, no podrá conciliar el sueño y se sobre-excitará. Es muy importante prestar atención al sueño del niño, para luego proseguir con la rutina de sueño y acostarlo.
Si sigues estos consejos, tu retoño dormirá como un lirón y tu familia completa lo agradecerá.