Quizás una de las cosas más extenuantes de ser papás no es cuidar al bebé, sino exponerse a comentarios sin sentido que pueden agotar la paciencia de cualquiera. Junto con la maternidad llegarán a tu vida un sinfín de mitos y creencias populares que, en ocasiones te sacarán de control, pero lo realmente importante es que logres hacer caso omiso y puedas disfrutar con el bebé sobre todo los primeros días de su vida.
Preguntas absurdas que les hacen a los padres
- “Te ves cansado. ¿Dormirás algo esta noche?”: Es obvio que estarán agotados y no necesitan que nadie se los recuerde. Además, tienen claro que no dormirán ni hoy ni mañana ni el resto del año.
- “¿Qué es eso blanco sobre tu ropa?”: Vómito. Aunque la limpien volverá a haber vómito en ella. Y probablemente habrán también manchas cafés o amarillas. Es mejor que se ahorren las preguntas.
- “¿Tu bebé llora mucho?”: ¡Es un bebé! Los bebés lloran y mucho. A veces no pueden identificar por qué. Y, sí, los papás también lloran.
- “¿A quién se parece?”: No puede saberse; al principio estará hinchado y luego, se verá como un viejito sin dientes. Puede que se parezca a la mamá o al abuelo o al tío. Nada está claro por ahora.
- “¿Será tu último hijo?”: ¡Cómo preguntan eso! No se puede hacer esa pregunta a una mamá que recién acaba de pasar por el trauma del parto.
- “¿Cuidar al bebé es como cuidar a un cachorro?”: La verdad, es que esta pregunta no requiere más explicaciones.
- “¿Ayudas a la mamá con el bebé?”: Esta pregunta pueden hacérsela al papá y da mucha rabia, porque implica que el papá es un inepto. La realidad es que, a partir de ahora, un sentimiento de admiración inmensa sentirá el padre por su pareja, dándose cuenta de lo fuertes que son las mujeres.