Los niños necesitan dormir durante el día, a eso se le conoce como siesta. El desafío es establecer horarios y reconocer si el pequeño está durmiendo lo suficiente.
La cantidad de sueño necesario depende de la edad, de hecho, los menores de 6 años requieren dormir siesta de mayor extensión que los adultos, así como los recién nacidos duermen mucho más que los niños.
Gradualmente aprenderás a adaptar los momentos de descanso al ritmo de toda la familia, siempre satisfaciendo las demandas del bebé y su siesta.
La importancia de un ambiente relajado
Todos necesitamos un espacio libre de ruidos y sereno para dormirnos. Para los niños, una buena siesta es es fundamental para su desarrollo, y esto se evidenciará en su conducta: si está tranquilo, no hiperactivo o excitado, y se comporta normalmente. Por otro lado, cuando un niño expresa cansancio o irritabilidad puede ser señal de falta de sueño.
Un horario constante es súper importante. De esta manera, el bebé puede adaptarse a los ritmos familiares. Cuando establezcas una rutina, debes respetarla, para que el sueño del niño no se vea afectado.
Resiste la tentación de cambiar los horarios por el surgimiento de nuevos planes o panoramas; recuerda que son los papás y las personas que cuidan al bebé los que deben flexibilizar sus agendas para beneficio del niño.
Antes de acostar a tu hijo, ya sea a la hora de la siesta o en la noche, asegura que exista un ambiente tranquilo y propicio para el sueño: apaga la tele, desconecta los juegos ruidosos, léele un cuento, tómalo en brazos y cántale. Explícale con tus palabras que es hora de dormir, que es importante que lo haga. Los rituales ayudan al bebé a distinguir la hora de ir a la cama, pero no deben alargarse.
Las siestas del recién nacido
El recién nacido, hasta los 3 meses, necesita dormir en ciclos de 3 o 4 horas, tanto durante el día como en la noche. Esto quiere decir que es normal que el niño no duerma de corrido.
A partir del 4° mes, dormirá mejor por la noche, adaptándose a un ritmo más normal. Sin embargo, hasta los 2 años requiere de dormir en gran cantidad. Es por esto que puede dormir hasta 3 siestas diarias: una hora en la mañana, dos horas después de almuerzo y otra más al atardecer. Si tu hijito va a la sala cuna, puede que su ritmo cambie, dependiendo de la situación.
Finalmente, los niños mayores de 2 años duermen en promedio una sola siesta de unas dos horas después de almuerzo. No todos los niños son iguales, lo que importa es que el pequeño descanse bien.
Al entrar a la edad escolar, puede que tomar la siesta ya no sea posible, pero si ves a tu hijo con falta de sueño, asegúrate que duerma la siesta los sábados y domingos.
¿Afecta la siesta el sueño nocturno?
El mito dice que sí, pero la realidad es distinta. No tiene nada que ver la siesta del día con el buen sueño de noche; en realidad si el niño no duerme bien durante el día tampoco lo hará en la noche, ya que los desequilibrios en el sueño no están relacionados con la cantidad de horas que duerma en la tarde.
Aunque se piense lo contrario, una siesta larga no incidirá en que el bebé duerma mejor o no de noche. Los expertos señalan que los niños que están más descansados durante el día, duermen mejor por la noche.
Es más, si el niño no duerme siesta, puede manifestar hiperactividad nocturna y problemas de irritabilidad e insomnio.
Por otra parte, si el niño no quiere acostarse o tiene problemas para quedarse dormido, junto a episodios de llanto o molestia, y esto no remite, se debe pedir ayuda médica.
El pediatra debe ayudar a los padres a encontrar una solución, tomando en cuenta las costumbres familiares, así como los antecedentes sociales y psicológicos de su círculo cercano. Por esta razón es primordial proveer un ambiente tranquilo para el niño, siempre con equilibrio, dando al niño lo que necesita.