Siempre a las madres primerizas, le surgen muchísimas dudas y ansiedad. Pues en los primeros días de vida del bebé se presentan interrogantes.
Igualmente es habitual que los padres asistan al médico pediatra con varias dudas anotadas para no olvidar que consultar en las primeras revisiones del recién nacido.
Comúnmente los pediatras preguntan cosas importantes y dan la información más relevante de acuerdo a la edad del bebé. aquí se sugiere, lo que los padres deberían preguntar.
¿Cuándo ir al pediatra por primera vez?
La primera consulta con el pediatra debe de ser bastante próxima al alta del hospital. En estos primeros días de vida es importante revisar al bebé varias veces, pues son más vulnerables y hay que vigilar, entre otras cosas, que vayan ganando bien peso, así como descartar posibles problemas que pueden aparecer a estas edades.
Esta primera revisión suele ser en la primera semana de vida; en el caso de los bebés alimentados con lactancia materna, debería ser a las 48 horas tras el alta. En algunos hospitales, incluso se da a los padres la cita del centro de salud en el momento del alta.
Comunmente, los recién nacidos pierden peso los primeros días de vida, y generalmente empiezan a ganar hacia el 2º-4º día de vida, recuperando el peso al nacimiento a los 10-15 días de vida.
Una pérdida de peso superior al 8-10% del peso del recién nacido o un bebé que no ha recuperado el nacimiento a las 2 semanas de vida, debe hacernos revisar la técnica de lactancia y garantizar que ese bebé está comiendo bien.
¿Cómo saber si se está alimentando bien?
Uno de los aspectos más importante de la visita médica, es asegurarse que el bebé está comiendo lo suficiente; por eso, es fundamental que los padres conozcan los signos que indican que un bebé está comiendo bien y aquellos que indiquen que puede estar quedándose con hambre.
Tres indicadores que un bebé se está amamantando bien:
El peso: durante las primeras 6 semanas de vida los bebés amamantados suelen ganar, de media, 20 gramos al día. Aunque pierden peso tras el parto, la mayoría recuperan el peso al nacimiento antes de los 15 días de vida.
El estado general del bebé: un bebé que está comiendo bien suele dormir entre tomas, se despierta para reclamarlas, mama activamente y el resto del tiempo suele estar contento y tranquilo. En cambio, un bebé que pasa hambre suele estar muy adormilado o, por el contrario, muy irritable y suele mamar durante largos periodos de tiempo.
Los pañales: pasados los primeros días de vida, los bebés amamantados suelen mojar más de 5-6 pañales al día y suelen hacer deposición diaria (en general más de una, muchas de pequeño tamaño, de consistencia blanda/líquida y con grumos).
Para aquellos que toman biberón, estos 3 items son igualmente válidos, con la «ventaja» de que podemos medir la cantidad que toman. Además, en estos casos, suelo decir a las familias que si siempre deja los biberones completamente vacíos es posible que están quedando justos y necesite comer un poquito más. Tanto la lactancia materna como la fórmula infantil, deben darse a demanda.
Motivos de acudir a urgencias
Esto es fundamental conocerlo porque algunos de estos motivos no serían motivo de acudir a Urgencias en niños más mayores:
Fiebre: la fiebre en menores de 3 meses siempre es motivo de urgencia. Cuánto más pequeño es el bebé, mayor es el riesgo de que sufra una infección bacteriana grave; y es que la inmunidad de los bebés aún es muy inmadura.
Dificultad para respirar. Al igual que en niños mayores, si un bebé respira muy rápido, hunde el pecho y/o se le marcan las costillas, debe acudir a Urgencias.
El cordón umbilical huele mal, la zona está enrojecida y/o supura. Cualquiera de estos puede ser un signo de onfalitis, una infección del ombligo en recién nacidos que puede ser potencialmente grave.
Está muy irritable o decaído, rechaza el alimento
Vómitos repetidos. Sabemos que las regurgitaciones (que se escape un poco de leche de manera involuntaria por la boca) es algo habitual en la mayoría de los recién nacidos. Sin embargo, si un bebé vomita (expulsa contenido de estómago con fuerza por la boca) repetidamente, debe ser valorado. Por un lado, porque hay riesgo de deshidratación; por otro, porque puede tratarse de alguna patología importante.
Tiene deposiciones blancas, negras o con sangre, como veremos más adelante.
Si un bebé hace muy poco pis y/o es anaranjado (debido a los uratos, que pueden ser normales en los primeros días de vida pero no deben aparecer más allá) y no hace deposición, es probable que esté comiendo poco y puede incluso estar deshidratado.
Tips
La primer visita debe ser precoz, en la primera semana de vida y, en el caso de los bebés que toman lactancia materna, a las 48 horas del alta hospitalaria.
Es importante que de esta primera visita nos llevemos información sobre cómo saber si está comiendo bien, aquellas situaciones que son normales en los recién nacidos y no deben preocuparnos y, por el contrario, aquellos motivos por lo que hay que acudir a Urgencias; cómo debe dormir el bebé y cómo deben ser sus deposiciones.
Por supuesto, además de éstas, cualquier duda que preocupe a los padres siempre debe ser consultada.