La mayoría de los niños que son atendidos en emergencias, se encuentran ahí por decisión de sus padres al descubrir que tienen fiebre.
Es por ello, que algunos especialistas aconsejan a los padres a no precipitarse en darle a sus hijos un tratamiento para combatir la fiebre, puesto que la presencia de temperatura alta en el cuerpo tiene como finalidad luchar en el organismo contra los gérmenes patógenos.
Entonces, cuando hay fiebre el cuerpo produce sustancias ricas en defensas tales como interferón e inmunoglobulinas. Además, sobre los 38.5º C, ciertos gérmenes entre los que podemos encontrar virus y algunas bacterias, ponen fin a su proliferación, y de manera independiente a esta manifestación natural; actualmente existen medicamentos que bajan la temperatura sin modificar los mecanismos de defensas del niño.
Cuando se lleva al niño a la consulta, el pediatra determinará las causas que provocan la fiebre, entre las que podemos encontrar agentes infecciosos, para los cuales recomendará que tu bebe ingiera antibióticos y antipiréticos, también conocidos como antitérmicos que disminuyen la fiebre.
Cuando se trata de un resfrió común, existen remedios como el paracetamol infantil, que ayuda a que la fiebre descienda la fiebre y se alivie el malestar en el cuerpo.
Consejos para tener en cuenta:
- La fiebre no es una enfermedad, es un síntoma que revela la existencia de alguna dolencia en el cuerpo, advirtiendo de que algo está alterando el organismo.
- Es recomendable tener siempre termómetros en casa, y de haber niños pequeños un termómetro de uso rectal.
- Considere la fiebre como un síntoma de cuidado, ya que algo está pasando aunque el grado de fiebre que presenta el organismo, no necesariamente equivale a una enfermedad severa.
- La respuesta febril que tienen los niños frente a las infecciones siempre es más alta que en adultos.
- Se aconseja que asista a un médico en el caso de que la temperatura aún persista luego de utilizar todas las vías generales.
- Si la temperatura es alta, 38.0º C, 38.5º C, o incluso más, y perdura la fiebre por más de tres días en bebés menores de tres meses sin causa aparente, visite a su pediatra.
Características de un niño con fiebre
- Siente en su hijo mayor temperatura al contacto con cuello y cabeza, y al mismo tiempo las manos y pies se encuentran a temperatura baja.
- Repentinamente pierde el apetito.
- Se desvela cuando usualmente duerme bien.
- Vomita la última comida que ingirió, cuando normalmente come de todo sin problema.
- Deja de jugar y se vuelve inactivo.
- Está aletargado y con sueño.
Es importante que los padres sepan medir la temperatura y leer el termómetro correctamente.
La fiebre suele no ser un síntoma común de alarma, por lo cual no es necesario asistir al centro de atención médica más cercano para que la temperatura del niño descienda, o exagerar los cuidados si la fiebre aun no reconoce los antitérmicos.
¿Por qué se le da poca importancia a los síntomas febriles?
Muchas infecciones febriles que presentan los niños tienen una formación viral, lo cual es intrascendente.
Las infecciones que provocan la fiebre pueden no presentar síntomas en su comienzo, al no existir un foco en las primeras 12 ó 24 horas de fiebre dificulta los resultados que deba tener el médico y los exámenes habituales.
No suele presentarse relación entre la gravedad de una enfermedad con el grado de temperatura que presenta el organismo, ejemplo de esto es que un resfrío puede tener mayor temperatura que la que provoca la meningitis en el organismo del niño, y por lo general es inferior a 39ºC.