Según recientes investigaciones, los gustos futuros del bebé estarían determinados por la dieta de la madre durante la gestación y el sabor de la leche materna según los alimentos que ésta consuma durante los primeros meses de vida de su pequeño.
Gustos adquiridos
El estudio en cuestión (llevado a cabo en Monell Chemical Senses Center de Filadelfia, Estados Unidos) dividió a 45 embarazadas en 3 grupos, de acuerdo a lo que consumían las últimas tres semanas de su embarazo y los meses posteriores al parto. Un grupo tomó jugo de zanahoria 4 veces por semana y luego agua después del nacimiento.
El segundo grupo bebió agua al final de su embarazo y después jugo de zanahoria mientras daba pecho por los dos primeros meses de vida del bebé. Por último, el tercer grupo tomó únicamente agua en ambas etapas. Se demostró que los niños expuestos al jugo de zanahoria –tanto en el útero como en la lactancia– gustaban más de alimentos con sabor a zanahoria que los otros. Por lo tanto, se observó que los alimentos que prefiera la madre tienen un papel predominante en la formación del gusto del bebé.
Gustos innatos
Lo anterior no quiere decir que se haya resuelto definitivamente el asunto de los gustos alimenticios en los niños. Si bien se ha comprobado una transmisión de las preferencias de alimentos de la mamá a su hijo, otros expertos sostienen que el gusto es innato, no adquirido. Por ejemplo, se ha establecido que en general los recién nacidos prefieren lo dulce y rechazan lo ácido.
Gustos culturales
Tomando en cuenta que la dieta de la mamá influye en el gusto del líquido amniótico, los especialistas han señalado que mediante este hecho el niño es capaz de comprender qué alimentos son peligrosos para su organismo y cuáles puede comer.
Es decir, desde un principio el bebé se familiariza con los hábitos alimentarios de su medio –específicamente de su familia–, por lo que el gusto toma un matiz cultural, además de lo ya mencionado.
Es importante recalcar que la madre juega un papel importante en la alimentación de su bebé, desde todos los puntos de vistas posibles, pues además de proporcionarle alimentos al niño durante el proceso de gestación, también lo hace mientras lo amamanta y aun después de pasadas estas etapas, porque es un ejemplo permanente para su hijo, es por esto, que debe mantener un cuidado en su forma de alimentación.
Igualmente, otros familiares influyen en los gustos del bebé, es por ello, que deben evitar reacciones negativas hacia la comida en presencia de este. También, se debe tomar en cuenta, que si el alimento del bebé es repetitivo puede influir en su gusto, ya que, al no variarle la comida, este puede cansarse de dicho alimento y no quererlo más.