El espasmo del sollozo es un trastorno que se caracteriza por crisis seguidas de apnea transitoria, es decir falta de respiración, una postura anormal y en los peores casos pérdida de conciencia.
Hay características y diferencias que debes conocer si tu pequeño sufre de espasmos de sollozo, cuando es necesario alarmarse y cuando no esta crisis generalmente es provocada por los famosos «berrinches» cuando hay momentos de enojo, frustración, dolor, sorpresa y llanto. Luego de esto tu pequeño se queda quieto, exhala y deja de respirar, se pone cianótico, es decir, con la piel de color azul. Por último en los peores casos puede llegar a ponerse muy tieso, decaído e incluso llegar a desmayarse y perder la conciencia. Por lo tanto mamita debes estar atenta si por más de 10 segundos tu pequeño deja de respirar comienza con convulsiones y si vuelve a estar casi desmayado.
Este proceso dura entre 2 y 20 segundos puede aparecer en el 27% de los niños sanos. Los pequeños que están más expuestos a este tipo de crisis son los niños que tienen a sus padres con antecedentes de este problema durante su infancia. Esto aparece entre los 6 y 18 meses de edad pero también debes estar atento a tu recién nacido ya que lo puede presentar cuando lo alimentas o cambias de pañal.
Hay dos tipos de espasmos del sollozo:
- Espasmo del sollozo cianótico: Se caracteriza por frustrar o enojar al bebé luego del llanto aparece la falta de respiración, se pone de color azul, puede presentar convulsiones y queda a punto de desmayarse.
- Espasmo del sollozo pálido: Se puede provocar por un susto o una situación inesperada que lo asusta tu pequeño se puede poner a llorar, se pone pálido y puede presentar convulsiones antes de recuperar la conciencia.
¿Cómo se detecta?
El diagnóstico debe generar descarte de enfermedades en el sistema nervioso central, cardiovascular, respiratorio y de enfermedades metabólicas, los pequeños que tienen trastorno de conducta, sufren más seguido de estas crisis durante la infancia.
No está claro que provoca este problema, pero hay varios elementos que influyen como factores anatómicos, estímulos vágales, caídas de la presión arterial e hiperventilación, los pequeños que tienen anemia por déficit de hierro son más propensos al espasmo del sollozo.
Tratamiento
Se basa en disminuir los episodios de espasmo se aplica base a sulfato ferroso en forma oral durante 3 meses o hasta que se registre una normalización de los valores de hemoglobina.
¿Qué hacer si se presenta un episodio de espasmo del sollozo?
Si tu pequeño sufre de estos episodios, te señalamos cómo reaccionar ante estas crisis:
- Mantén la calma, si tu pequeño sufre de esto no corre ningún peligro.
- Si tiene algún objeto en su boca quítaselo para evitar que se pueda ahogar.
- Ubícalo en una posición segura se recomienda que lo dejes de costado y lejos de objetos que pueda golpear.
- No detengas el espasmo podrías complicar la situación.
- Obsérvalo de forma indirecta haz que piense que no le das mucha atención ya que puede ocupar estos episodios como métodos de engaño.
- En un inicio los espasmos suelen ser involuntarios pero existe la posibilidad de que algunos niños lo utilicen para llamar la atención o conseguir algo, si fuera el caso, explícale con voz firme que no te gusta que haga estos berrinches y si fuera provocado por algún accidente, abrázalo y consuélalo para que sienta tu apoyo.
- Es importante que tu pequeño descanse para reponerse de estos episodios y se olvide del problema que lo aquejaba asi se podrán evitar crisis durante el día.
¿Qué cuidados se deben tomar?
Jamás debes realizar alguna maniobra de reanimación o masaje cardiaco ya que puede haber riesgos si no lo realiza un experto, no le des agua mientras no se recupere totalmente ya que se podría ahogar.
Visita el médico de forma inmediata si tu hijo tiene espasmos de forma espontánea sin ninguna causa, si tiene convulsiones y retoma la conciencia después de 30 segundos o si ocurre todo esto mientras duerme.