Cada niño tiene un desarrollo y aprendizaje propios, por eso, no es recomendable que los padres comparen sus habilidades. Si notas que tu hijo no tiene tantas destrezas como otro pequeño, no creas que sufre un tipo de retraso.
Puede que te preguntes ¿mi niño es precoz? Tu hijo tal vez tenga más habilidades que otro en determinada tarea. Lo importante, es que cuando el niño tiene facilidad para aprender algo, se le ayude a fomentar esa habilidad.
Algunos indicios de inteligencia que puedes observar en tu hijo son:
- Desarrollo uniforme: se podría considerar que un niño es precoz si desarrolla todas las habilidades de manera temprana, es decir, aprende con facilidad a gatear, caminar, hablar, escribir, etcétera. Si tu hijo tiene esta capacidad, es probable que la siga desarrollando a este ritmo. Por lo general, un padre distingue que su hijo tiene una alta capacidad, porque utiliza palabras poco comunes para un niño, aunque existen niños geniales que desarrollan su capacidad lingüística mucho más tarde.
- Buena memoria y capacidad de observación: se puede notar que un niño tiene una inteligencia más privilegiada que otro, porque es capaz de retener información que otro niño lo hubiese pasado por alto. Por ejemplo, se puede dar cuenta que la mamá se cambió el color del cabello.
- Creatividad y originalidad: otro indicio para vislumbrar si un niño tiene una inteligencia prodigiosa, es a través de su creatividad. Un niño normal de un año no es capaz de resolver problemas, pero si es prodigioso, puede ingeniárselas para sacar un juguete que está atrás de un mueble.
- Sentido del humor: por mucho que un bebé tenga una inteligencia prodigiosa, sigue siendo un niño, por lo que seguirá riéndose con incongruencias de la vida, como cuando la abuela finge que se cae, o se pone los lentes en la cabeza.
- Curiosidad y concentración: todos los bebés son curiosos, sin embargo, los superdotados se caracterizan porque son capaces de concentrarse en aquello que quieren explorar.
- Capacidad de establecer relaciones: el niño prodigioso se distingue de los normales, porque logra establecer relaciones entre las cosas, más temprano que los demás bebés. Por otra parte, suele aplicar conocimientos previos a nuevas experiencias. Por ejemplo, si está acostumbrado a apretar el timbre de la casa, cuando vaya a otra casa, también lo va a buscar.
- Imaginación rica: un niño superdotado tiene facilidad para imitar actitudes de los adultos. Puede hacer que toma una taza de café o que arrulla a un bebé, y más adelante inventará historias.
- Dificultad para dormir: este tipo de bebé se entretiene tanto observando su alrededor, que le cuesta trabajo quedarse dormido.
- Capacidad de percepción y sensibilidad: un niño precoz percibe el estado anímico de los padres. También se puede dar cuenta que el papá tiene una herida si tiene una venda puesta.