Si tu idioma materno no es el mismo que el del papá de tus hijos, puede que te preguntes cómo potenciar el desarrollo de ambas lenguas en ellos o cómo enseñárselas efectivamente. Si quieres que tus niños sean bilingües, este artículo es para ti.
Un idioma para cada padre
A partir del nacimiento, el bebé se rodea del lenguaje de sus padres. Si te preguntas en qué idioma hablarle, lo aconsejado es dejar fluir tu idioma naturalmente. Según los especialistas, la intuición del bebé le permitirá identificar gradualmente las palabras de cada idioma y los sonidos que se asocien a una misma cosa. El niño tiene la capacidad de usar ambos términos y diferenciar lo que cada papá le dice.
Respecto al hecho de que un idioma predomine por sobre el otro, debes saber que el bilingüismo no es equilibrado, y mucho depende del tiempo que el niño pase con cada progenitor. Por lo general, hablará más fluidamente el idioma de su mamá antes que el del papá, por estar con ella la mayor parte del día.
¿Se debe priorizar un idioma?
Hay quienes consideran que la adquisición de 2 idiomas puede hacer que el niño se salte etapas en el proceso lingüístico. Sin embargo, mientras más se vea expuesto a ambos idiomas, más amplio será su vocabulario de modo natural, no impuesto.
Los papás no deben preocuparse por el nivel del idioma del niño, ya que una vez inmerso en el lenguaje –sobre todo al estar en contacto con otros niños– podrá soltarse con más facilidad. Otra manera de enriquecer su stock de palabras es jugando o leyéndole cuentos, de modo que disfrute el proceso.
Consejos útiles
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A solas con el niño
Si la mamá habla español y el papá inglés, cada uno debe limitarse a su idioma cuando esté a solas con el niño. No se puede estar traduciendo lo que se dice al otro idioma, como si se tratara de un diccionario ambulante. De modo natural e inconsciente el niño registrará ambas lenguas.
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Al estar en familia
Si estás con el resto de la familia y te diriges al niño, hazlo en tu idioma. La idea es que no asocie esa lengua a momentos de intimidad, sino que sepa que es un medio válido para comunicarse con todas las personas.
Por otra parte, no hay ningún problema en que cada papá le hable al pequeño en su propio idioma a la vez, el niño se acostumbrará.
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En el mundo exterior
Si estás en presencia de otras personas, otras mamás o amigos, puede que prefieras hablar en el idioma que entienden los demás. Recuerda ser adaptable y enseñarle al niño a serlo.
El bilingüismo no debe ser un problema
Jamás fuerces al niño a hablar un determinado idioma; si le haces una pregunta, que él elija en qué idioma te responderá. Así, su bilingüismo no se asociará a un conflicto, sino que se sentirá cómodo con ambas lenguas.
Ventajas
Las investigaciones respecto a la actividad cerebral de los niños bilingües no están tan desarrolladas; no obstante, se ha señalado que los niños bilingües aprenden a leer antes que aquellos que sólo hablan un idioma.
Lo cierto es que pasar de una lengua a otra a intervalos cada día hace trabajar mucho la mente, por lo que el pequeño adquiere precozmente una flexibilidad cognitiva. Es más, hablar 2 idiomas incrementa la capacidad de asociación y estimula la creatividad.
Desventajas
Si bien el bilingüismo es ventajoso en el aspecto cognitivo, puede hacer surgir problemas de identidad en los niños. Examinemos algunos.
En algunos casos, pueden generarse inquietudes respecto a la identidad, ya que no se trata sólo de un conjunto de palabras, sino de la manifestación de su cultura y la capacidad de vivir en comunidad.
Si los niños sufren bullying por hablar diferente al resto de sus compañeros, puede ser particularmente difícil. Los niños bilingües pueden sentirse excluidos y raros, ya que lo “normal” es que los niños sean monolingües.
Por otro lado, como existen prejuicios ligados a la capacidad del niño, puede que el profesor piense que no es capaz de dominar ambos idiomas por igual y que es más bien una desventaja que una condición positiva. En estos casos, los padres pueden brindar su apoyo al niño, haciéndoles ver el valor de su cultura y evitando que el pequeño vea ese otro idioma como una complicación en su vida.
En una sociedad cada día más multicultural, suman más los beneficios que los inconvenientes y se debe potenciar el bilingüismo en los niños que tengan padres de diferentes países. De seguro de adultos lo agradecerán.