Especialistas aconsejan que el primer baño del bebé se realice después de la caída del cordón umbilical, entre los días siete y 15 desde el nacimiento. En Facemamá te da algunos consejos para hacer de esta experiencia un momento inolvidable.
Llegó ese momento tan especial, el primer baño del bebé, y como tal, debes estar preparada para esta ocasión con todos los elementos necesarios para que tu pequeño disfrute de esta experiencia acuática.
¿Qué cuidados debo tener? ¿Cómo debo sujetarlo? ¿Cuál es la cantidad de agua adecuada? ¿Debo usar jabón? Esas son sólo algunas de las dudas que surgen en los papás al momento del primer baño del bebé, sobre todo en los padres primerizos.
El primer baño del bebé se debe realizar entre los 7 y 15 días después del nacimiento, una vez que el niño botó el cordón umbilical, porque así se evitan posibles infecciones en el ombliguito.
Debes procurar que sea un momento de entretención para ti y para el bebé, no sólo un instante de limpieza para sacar las células muertas de la piel del bebé. Ellos casi no se ensucian.
Para el primer baño del bebé necesitas:
- Una habitación cerrada y sin corrientes, como por ejemplo el baño o el dormitorio del bebé.
- Una bañera, mientras más sencilla mejor.
- Un área donde desvestir al bebé.
- El mudador del bebé.
- Jabón o aceite hipoalergénico
- Vaselina, de preferencia líquida.
- Algodón, para limpiar los ojitos.
- Cotonetes, para limpiar las orejitas y la nariz del bebé.
- Alcohol puro.
- 2 toallas: una para mantener al bebé antes y por si se ensucia durante el baño, y la otra, para secarla cuando se saque del agua.
- Pañales.
El lugar donde se va a desvestir al bebé tiene que estar al costado de la tina y al otro lado el mudador. Así, es más cómodo para la madre y el bebé no se expone a tantos cambios de temperatura.
La temperatura ideal del agua para el bebé es entre los 36º y los 37º. La matrona, Claudia Reyes, recomienda probar el calor del agua con el codo y el antebrazo, porque las manos están acostumbradas a los cambios de temperaturas.
La cantidad de agua puede variar entre los 25 y los 30 centímetros, porque así el bebé queda apoyado en la tina, se puede mover y se le puede ir mojando tranquila, pero si resbala del brazo que lo afirma no se va a hundir.
La forma correcta de tomar al bebé para meterlo a la tina, es por debajo de su axila, el antebrazo de quien lo baña debe afirmar su cabecita y esa misma mano debe ir bajo la axila del bebé. La otra mano de la madre debe afirmar la espalda del bebé.
Es recomendable que la duración del primer baño del bebé sea corta, no más allá de cinco minutos.
Tips para el primer baño del bebé
Primero las axilas, el cuello, las manos, el potito y, por último, los pies. Puedes aplicar jabón o aceite hipoalergénico para evitar que irrite sus ojos o su piel. En caso de que se orine o defeque mientras está en el agua (o antes), se debe sacar de la tina y limpiarlo afuera.
La cabeza del pequeño debe ser lo último que laves, porque no les gusta mucho y tienden a llorar. Además, hay que tener especial cuidado con los ojitos: se deben limpiar con bolitas de algodón remojadas en agua limpia, no con el agua de la tina después que se bañó al bebé. Para lavar los ojos, las pelotitas de algodón deben ir desde adentro hacia fuera, es decir, desde el lagrimal hasta el otro borde del ojo.
El bebé siempre debe colgar del antebrazo de quien lo bañe. Para lavarle la espalda, se voltea con la mano libre suavemente y la otra se mantiene bajo la axila, aunque esta vez está apoyado el pecho del bebé, en lugar de la cabeza.
Una vez que hayas terminado de lavar la espalda del pequeño, puedes sacarlo del agua y arroparlo con la toalla limpia.
Para secar al bebé debes poner especial atención con los pliegues de la piel y, así, evitas que la humedad pueda provocarle algún tipo de infección. No limpies la nariz ni los oídos del bebé con la toalla, estos se limpian con cotonitos una vez que el pequeño ya está vestido.
Cuando hayas secado bien al bebé, lo debes cambiar a la toalla seca y le pones el pañal. En caso que esté cocido le aplicas alguna crema protectora.
Limpiando el ombliguito, los oídos y la nariz
Para limpiar el ombligo, empapas un cotonete en alcohol y, con tu índice y pulgar, abres un poquito el ombligo, introduces suavemente el cotonito y lo giras para sacar los restos del cordón. ¡Ahora pones una ropa muy linda al bebé!
Pero aún el primer baño no termina, todavía falta limpiar la nariz y los oídos del bebé. Con un cotonito se limpia por fuera de la nariz y con otro los oídos, nunca por dentro, pues su dureza puede causar algún daño al bebé.
Ahora sí ya está listo tu bebé. Aunque es probable que no puedas regalonearlo de inmediato porque el baño tiende a abrirles el apetito y a darles mucho sueño.