El color de la piel del bebé

piel de bebé

La tonalidad de la piel del recién nacido puede cambiar bastante; puede ser rosada, colorada o hasta amarillenta.

Equipo Periodístico Facemamá

Hay tonos que son normales y otros que es mejor vigilar, acudiendo a un especialista. Al principio, el color de la piel del bebé no es estable, hay factores que lo alteran, como la temperatura, o incluso el llanto. Con el paso del tiempo, estas condiciones desaparecen y se normaliza la tonalidad de su piel.

Algunas mamás se sorprenden cuando ven a su bebé por primera vez, y notan que su piel es azulina o morada, cubierta de una capa de grasa, llamada vérnix. Ésta se reabsorbe sola durante la primera semana de vida.

Si tu bebé tiene un color amoratado es debido a toda la fuerza que ha llevado a cabo al salir por el canal de parto. Con las horas, va tomando una tonalidad rosada. Cuando un bebé nace por cesárea, no presenta estas características, ya que no ha sufrido en el parto.

También puede tener un tono morado en las manos y pies en su primer día de vida, por una mala circulación sanguínea. Si esto no pasa, es bueno preguntarle al doctor.

Es bueno que te informes sobre lo que es normal y lo que requiere atención médica:

 

 Lo que debes saber de la exposición al sol

Como la piel del bebé es tan delicada y tiene menos melanina, es peligroso exponerlo al sol, ya que puede atravesarla fácilmente. Nunca debes poner al bebé directo al sol, ya que se quemará.

Debes usar bloqueador solar y sacarlo a las horas en que el sol es menos dañino, lo que permitirá que utilice la luz solar que necesita para sintetizar la vitamina D, sin sufrir peligros.

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