¿Cómo puedes prevenir la deshidratación infantil en verano?

deshidratación infantil

El verano nos arropa y si recién has dado a luz es importante que cuides al recién nacido de la deshidratación infantil y aunque parece sencillo tener al recién nacido hidratado, los golpes de calor pueden sorprendernos a todos.

Comprender la deshidratación infantil en verano puede ayudar a prevenirla. Aquí hay algunos consejos:

  • Alimenta a tu recién nacido. Si estás alimentando con biberón, ofrece de una a tres onzas u 85,04gr de fórmula infantil o leche materna extraída en un biberón cada dos o tres horas. Si estás amamantando, coloca a tu recién nacido en tu seno al menos cada dos o tres horas durante todo el día, pero esto, es a demanda del bebé.
  • Asegúrate de que tu bebé esté recibiendo suficiente leche materna o fórmula infantil. Mantén un registro de la cantidad de pañales mojados que tu bebé tiene cada día y consulta al médico de tu bebé para que le hagan chequeos regulares de rutina para controlar el aumento de peso saludable.
  • Está bien despertar a un bebé dormido. Si tienes un recién nacido con sueño, despiértalo para amamantarlo o para tomar su biberón si han pasado más de tres horas. A medida que pasan las semanas y tu bebé comienza a tomar más en cada comida, es posible que pueda dormir más tiempo entre comidas.
    Mantente alejada del calor extremo. Intenta no llevar a tu bebé recién nacido al aire libre si hace mucho calor o humedad. Si necesitas estar afuera, mantén a tu bebé en la sombra y lo más fresco posible. Los bebés también pueden sobrecalentarse en el interior en una habitación calurosa y congestionada, o si están todos abrigados. Intenta mantener a tu bebé cómodo y amamantando u ofrece un biberón con frecuencia para reemplazar los líquidos que está perdiendo.
  • Los bebés no necesitan agua. No tienes que darle a tu bebé un biberón de agua entre comidas para evitar la deshidratación. El agua llena al bebé y no proporciona ningún nutriente. Tanto la leche materna como la fórmula infantil le proporcionan a tu bebé líquidos y nutrición. Si es un día muy caluroso o crees que tu bebé necesita agua adicional, puedes darle un biberón adicional o amamantarlo más.
  • Prevenir la propagación de gérmenes que pueden causar enfermedades. Lávate las manos con frecuencia, especialmente antes de preparar el biberón de tu hijo y después de cambiar pañales o usar el baño. También puedes recordarles a los miembros de la familia y amigos que se laven las manos y pedirles que no visiten a tu hijo si están enfermos, especialmente cuando tu hijo es un recién nacido o un bebé pequeño.

Si tu pequeño está enfermo, tiene diarrea o está vomitando, consulta al médico de tu bebé para recibir tratamiento y monitoreo. No dejes de alimentar a tu hijo para tratar de detener la diarrea o los vómitos. Tu bebé necesita líquidos adicionales para reemplazar lo que está perdiendo más aún en verano, así que continúa amamantando o alimentando con biberón con la mayor frecuencia posible mientras tu hijo está enfermo y en tratamiento.

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