Es un problema muy común el que, debido al trabajo o los horarios ocupados, los niños tengan que pasar la mayor parte del tiempo con una niñera. Y qué pena siente la mamá cuando, al llegar a casa, ve cómo el pequeño se refugia en los brazos de ella y no en los suyos.
Entonces, ¿qué hacer si notas que el bebé quiere a la niñera (al parecer) más que a su propia mamá? Lo primero que debes recordar, es que una madre es irremplazable y que nadie puede quitarte tu lugar.
¿Está bien que la quiera tanto?
La verdad es que sí. Piensa: si tu hijo demuestra tanto cariño por la persona que lo cuida, es porque es un niño cariñoso y agradecido. Es normal que quiera a alguien tan cercano e él. Esta relación es la primera de muchas relaciones que tendrá en el futuro. Por lo que es fundamental que aprenda a sociabilizar.
El cambio de perspectiva lo debes dar tú, ya que el hecho de que él quiera a su niñera no implica que el amor por ti haya disminuido.
Aliada, no rival
El vínculo entre un bebé y su madre es tan especial, que nadie puede tomar ese lugar. Es un amor único. Ya te habrás dado cuenta del inmenso cariño que siente tu pequeño por sus papás. Eso no va a cambiar.
En consecuencia, no debes rivalizar con la niñera, sino verla como una ayudante que puede influir positivamente en tu retoño, colaborando con algunos aspectos de la crianza.
Es más, si sintiéramos celos de la niñera, podríamos causar un conflicto en el niño, ya que podría pensar que debe elegir entre ella y su mamá. Un ambiente tenso en el hogar sería muy contraproducente para él.
En vez de eso, anima a tu hijo a desarrollar lazos afectivos con los demás, a tener una sana convivencia con quienes se preocupan por él; y dale el ejemplo promoviendo la paz entre la niñera y el resto de la familia.
