A partir del primer año, el bebé estará en una etapa de aprendizaje y de desarrollo de habilidades y destrezas, así que no será sorpresa darnos cuenta lo mucho que adora correr y saltar.
Sin embargo, levantar ambos pies del suelo al mismo tiempo es muy complicado las primeras veces, y esto puede que lo frustre un poco, ayudémoslo un poco y estimulemos sus movimientos o motricidad, poco a poco veremos como él comienza a hacer diversas actividades por sí solo.
¿Qué podemos hacer?
- Dejarlo saltar en una cama: También podemos usar un trampolín o almohadas mientras lo sostenemos de las manos, para darles seguridad.
- Pongamos cojines en el piso: Hagamos que salten hacia ellos desde el sofá.
- Usemos una saltarina: Esto es una pelota grande y resistente que tiene un asa para sostenerse, por lo que permite rebotar en ella. La idea es que el niño se siente en este balón tocando el suelo. De esta manera, sentirá que está en el aire y practicará el levantarse del suelo con los dos pies.
- Combinemos estas actividades con otra que le guste: Una forma de practicar el correr y saltar es, por ejemplo, actuar alguna canción que aluda a estas acciones (“el ratón corrió”, “la vaca saltó”, etc).
- Llevémoslo al parque: Aprovechemos de ir con nuestra pareja y correr junto a él (es bueno que corra entre sus padres, y si le dan un fuerte abrazo y lo levantan por el aire en cada lado, correrá más rápido).
- Dibujar una “pista de carreras”: Con tiza en la tierra o una serie de cuadrados o círculos (como la rayuela) y pedirle que salte de uno a otro.
- Escribamos su nombre en el piso: Una vez que comience a aprenderse las letras, jueguen a correr alrededor de ellas, siguiendo su forma con los pies.