Ejercer la paternidad ayuda a fortalecer el vínculo entre el padre y el bebé, además contribuye con el desarrollo psicológico del recién nacido.
Algunos papás por falta de experiencia o creer que no están a la altura de la situación, sienten temor a quedarse solos con los cuidados del bebé, pero estas, son solo ideas que se nos cruzan por la cabeza, en sí cualquier padre está capacitado para aprender sobre los cuidados del bebé; incluso, muchos se involucran al máximo, y logran cumplir con su rol a la perfección.
Así que si eres un papá sin experiencia, no te desanimes, te damos algunos consejos para que puedas cuidar al bebé tú solo, si mamá necesita ir al médico, trabajo o realizar alguna actividad fuera del hogar.
Preparación previa:
- Mantén la calma, no pierdas el control si el bebé llora, se queja, o sonríe.
- Los bebés necesitan algunas cosas para estar cómodos, así que si es tu primera vez a solas con tu pequeño, asegúrate de tener suficientes pañales a la mano, toallitas, y algunos cambios de ropa.
- Verifica que mamá haya dejado leche materna o de formula almacenada y que especifique las horas para cada comida del bebé; lo más probable es que necesite tomar leche cada dos horas.
- Te recomendamos apagar el televisor, computadora y dejar a un lado el móvil, el bebé va a necesitar toda tu atención, además es el momento ideal para fortalecer el vínculo ¡Están solos!
- Si el bebé llora y no puedes calmarlo, iniciemos revisando el pañal; puede que necesite ser cambiado, si todo está bien allí, corrobora las horas de comida y si no es hambre, puede que extrañe a mamá o esté de mal humor, acurrucalo un poco y hazle sentir tu calor.
- Mantén la habitación entre 20 y 22 °C.
- No lo arropes por encima de las axilas.
- Si se queda dormido, lo mejor es no molestarlo.
- Si algo sale mal, tranquilo, no es una derrota, estás aprendiendo y poco a poco las cosas saldrán mejor.
Lo importante es que por ningún motivo dejes de disfrutar con el bebé e involucrarte directamente en sus cuidados y crianza, recordemos que desde el momento que nacen, el amor que reciben marca huella en su desarrollo y personalidad.