También es conocido como síndrome de alineación parental y se refiere a la campaña de desacreditación que se le crea al progenitor alineado y aunque algunas veces el alineador es consciente de lo que hace, con frecuencia este no está cabalmente consciente del daño psicológico y emocional que le está causando a sus hijos y tampoco sobre las consecuencias a corto y largo plazo que puedan tener.
Explican los especialistas que los niños que sufren de rechazo parental llegan a presentar perturbaciones y disfunciones ya que sus procesos de desarrollo, racionamiento y raciocinio han sido quebrantados o interrumpidos.
¿Qué daños que provoca en los niños el Síndrome de Alienación Parental?
Consecuencias del rechazo parental
- Trastornos de ansiedad: se reconoce por acelerar la respiración, se enrojece la piel del niño, mantienen sudoración excesiva, elevan el tono de voz, síntomas de estrés, desbordamiento emocional y temblores a la hora de entrar en contacto con el «progenitor rechazado».
- Trastornos en el sueño y en la alimentación: el niño comienza a tener pesadillas, insomnio o problemas para conciliar y mantener el sueño, trastornos alimenticios, pérdida de apetito y vómitos también son algunos efectos que puede presentar los niños con Síndrome de Alineación Parental.
Trastornos en la conducta del niño
- Conductas agresivas, verbales tales como insultos o malas palabras, o incluso físicas.
- Conducta de evitación, cuando siente que se le está sometiendo o que le indisponen, lo que trae como consecuencia no realizar la visita planificada.
- Dependencia emocional, es cuando sienten temor a ser abandonados por el padre con el que conviven, porque sienten que su cariño está siendo condicionado.
- Dificultades en la expresión y comprensión de las emociones, así que centran sus emociones en aspectos negativos, siempre con actitud rígida sin importar las soluciones o perspectiva que le ofrezca el «progenitor rechazado».
Recomendaciones
- Es definitivamente aconsejable que el niño mantenga la relación con el progenitor alienado, para evitar que se suspenda el régimen de visitas.
- El padre alienado deberá evitar hacer reproches que fortalezcan el síndrome.
- Centrar las visitas en crear un ambiente lúdico.
- Realizar actividades de agrado para el niño.