Los cuidados de tu pequeño son muy importantes y necesarios. Siempre debemos saber cómo hacer las cosas para que un pequeño tan indefenso no se sienta mal ante una limpieza. Además si somos madres primerizas el miedo nos puede embargar al pensar que le podemos generar algún daño.
Cuando somos madres, nuestra principal preocupación es nuestro hijo, debemos hacer que se sienta feliz y cómodo sobre todo cuando le hacemos limpieza, en este caso su carita. Para que lo hagas de la mejor forma aquí te dejaremos algunos consejos:
- Orejas: la cera que les aparece en la orejas puede arrastrarse hacia fuera pasando una gasita enrollada. No se deben introducir cotones, ya que este podría lastimar el conducto auditivo. Detrás del lóbulo también hay que limpiar ya que se puede acumular rastros de leche y saliva.
- Ojos: las lagañas en sus ojitos se puede quitar con una gasa con suero fisiológico o con un agua especial que sea para la limpieza del bebé. Debes tener una gasa para cada ojo, así no habrá ningún contagio de posibles infecciones.
- Nariz: si tiene su nariz tapada la puedes despejar con un lavado nasal. Para ello lo debes acostar de lado y aplicarle suero fisiológico o un spray de agua marina para reblandecer las mucosidades. Lo más fácil es aplicarla con una especial perilla para la nariz o con una cánula delicada.
- Cuello: debes limpiar los pliegues del cuello, donde se le acumula el sudor, saliva y leche. Para la limpieza debes humedecer una gasa o una toalla de tela con suero fisiológico o agua de limpieza. Después pasa una gasita seca para que no quede húmeda la zona.
- Hidratación: para dar por finalizada la limpieza, aplica con tu mano un poco de crema hidratante. Lo ideal es que sea una hipoalergénica con base de caléndula o manzanilla, así no habrán irritaciones. Debes aplicar por su carita, cuello y atrás de tus orejitas mientras le hablas con amor a tu bebé.