Si estás preparando un viaje con tu hijo y tiene menos de seis meses, es normal que te preguntes cómo evitar que las vacaciones afecten al bebé, por eso, consultamos al doctor Carlos Hinzpeter, pediatra experto en seguridad infantil, acerca de las recomendaciones en los viajes y paseos con niños pequeños, para evitar en la medida de lo posible que se sientan desorientados, desconozcan el lugar o contraigan algún tipo de infección.
Tu bebé está cómodo casa, pero cuando llega el verano, irte de vacaciones con él es la opción más divertida y al mismo tiempo aterradora, te contamos las precauciones que hay que tener para evitar afectar negativamente a tu pequeñín.
Menores de seis meses
Durante el paseo familiar, el bebé menor de seis meses debería continuar alimentándose exclusivamente del pecho de la madre, pero también es posible darle fórmula materna en el viaje; en este caso, el especialista Hinzpeter recomienda tomar precauciones con respecto al agua que va a utilizarse para preparar la mamadera.
«Es importante que sea agua envasada pues a diferencia de lo que se cree, no sirve hervir el agua, porque ésta hierve a 100ºC, pero no mata a todos los virus y bacterias que pueda tener, por ejemplo, el virus de la hepatitis no se muere sino hasta los 200 grados”.
Si te gusta dar pequeños paseos diarios con el bebé, no debes preocuparte especialmente por el cambio de pañales, la frecuencia siempre debe ser la misma, ya sea que estés casa o fuera de ella; además, el diseño y la tecnología de los pañales de hoy permite que la humedad vaya hacia afuera y así mantienen seca la piel de tu bebé.
Si sales de vacaciones en tu auto, viajar con el niño en brazos es exponerlo a un mayor riesgo en un eventual accidente, el bebé debe ir en su silla en los asientos traseros del auto y si viajas con tu hijo en un bus, debes comprarle un asiento para él y amarrarlo a su puesto en el portabebés.
Contacto con el medio ambiente
Cuando viajas con el bebé, es probable que tenga problemas de adaptación, especialmente a la hora de dormir, sin embargo, a partir de los seis meses tu pequeño ya comienza a descubrir cosas de su entorno y pese a la tendencia de toda madre a sobreproteger a su niño de las picaduras de insectos o del contacto con la tierra, hacerlo es un proceso natural para el sistema imnunológico de tu hijo. El doctor Hinzpeter explica que:
“El sistema inmunológico del ser humano tiene una curva de evolución en base a estar en contacto con infecciones, cuando los vacunan de todo, todo estéril y limpio sin infectarse, los niños no se enferman y el sistema inmunológico en vez de madurar, queda en la mitad y empieza a provocar enfermedades autoinmunes como asma, tiroiditis, hepatitis, artritis”.