Toda mamá concordará en que es un desafío preocuparse por cada aspecto del cuidado básico de su primer hijo, pero a medida que pasa el tiempo irás aprendiendo a hacerlo y adquirirás el entrenamiento necesario frente a cada problema en específico.
Las sugerencias que te daremos a continuación te serán muy útiles para cuidar a tu pequeño de la mejor manera en sus primeros días de vida.
1) Los gases
Inmediatamente después darle de comer a tu bebé, debes preocuparte de ayudarlo a botar el aire que posiblemente aspiró mientras tomaba su leche. Para hacerlo, debes tomarlo en brazos y procurar que su cabecita esté por encima de tu hombro, luego debes darle unos golpecitos muy suaves en su espalda.
Es recomendable que utilices una mantita o pañal de género sobre tu hombro para que no te manches en caso de que tu bebé vomite al expulsar sus gases. También podrás limpiar su boquita con esta manta al finalizar el proceso.
2) Los moquitos
Como sucede con toda persona, el exceso de mucosidad nasal es molesto para respirar, dormir o comer. Y en el caso de tu bebé, es imposible que se limpie por sí solo. Tendrás que estar muy pendiente para ayudarlo cada día.
¿Cómo hacerlo? Primero acuesta al bebé boca arriba y luego remueve cualquier exceso de moquitos ayudándote con algo de suero fisiológico, un aspirador nasal ergonómico o un hisopo.
3) Los estornudos
Si eres una mamá primeriza, puede que te preocupes cada vez que tu hijo o hija estornuda, sobre todo si lo hace a menudo. No obstante, no debes alarmarte, ya es bastante normal que los recién nacidos estornuden.
¿Por qué ocurren? Los estornudos se deben a que las vías nasales de tu bebé son muy angostas y producen muchos moquitos. Es normal que el bebé estornude seguido, pero si notas que le cuesta respirar, no dudes en llevarlo a un doctor especialista.
4) El frío
Quizás te hayas preguntado cómo saber si tu pequeño tiene frío, sobre todo porque el único modo en que tu bebé puede comunicarte una molestia es mediante el llanto. Ten presente que los bebés no sólo lloran cuando quieren leche, sino también cuando tienen sueño, dolor o frío.
Para identificar si la razón del llanto de tu bebé es el frío, toca sus brazos, piernecitas y cuello. Si notas que estas zonas están heladas, quiere decir que no tiene suficiente ropa encima. También puedes mirar de qué color tiene las mejillas, ya que si está pálido es porque tiene frío.