Puede ocurrir que cuando llegas a tu casa, tu hijo tenga mal genio y te reciba con alguna pataleta, sea impaciente, o sencillamente no te obedezca. Si piensas que no te quiere o que estás haciendo algo mal, aquí te aclaremos tus dudas.
Cuando le dices “No”, y no te hace caso
En cualquier circunstancia, tu bebé no responde asertivamente ante tu negativa; y esto sucede porque para actuar bien cuando le dicen que «No», requiere de enseñanza con repetición y persistencia. El explorar el mundo es más divertido que acatar lo que le indicas. No vayas a negarle un día algo, y al otro día permitírselo.
Tienes que acercarte a él y decirle “esto no” las veces que sea preciso, hasta que lo interiorice.
Los berrinches de siempre
Tu pequeño no sabe aún expresar lo que siente y a través de su cuerpo es que logra transmitirlo. Reprenderlo no será positivo, al igual que ceder ante su pataleta, y tampoco deberás hacerlo razonar en medio de la explosión emocional.
Con cariño, acaríciale y dile que sabes que está disgustado, de esta manera él se dará cuenta de tu empatía. Asimismo, le ayudará el ponerle nombre a lo que siente. También puedes darle un tiempo de desahogo para que luego se calme. Y si tiene más de 3 años de edad, puedes explicarle porqué no está bien tener rabietas.
Es violento
Cuando le pega a sus pares o los muerde, les quita los juguetes o intenta pegarles a sus mayores, son actitudes que denota que tu bebé no conoce los límites entre él y el resto. A veces está a la defensiva porque cree los demás son una amenaza. Enojarte y pegarle, lo confundirá, porque estás haciendo lo que le prohíbes; y amenazarlo con irse del lugar, tampoco lo relacionará con su comportamiento.
Es favorable que amorosamente le expliques que pegarle a otro no está bien, que a él no le gusta que tú le pegues, y toma su mano y dile que “No” con tono firme. Puedes enseñarle cómo comportarse usando un muñeco como ejemplo.
No sabe compartir
Dice que todo lo que ve es suyo y no lo comparte con otros niños. Ocurre que a veces están en la etapa del “yo”, con lo que se sienten seguros y al no tener noción del tiempo creen que cuando dejan el juguete a otro, lo pierden para siempre. No lo debes criticar, esto es solo una fase en su crecimiento.
Puedes jugar a tener turnos para usar los juguetes: un ratito él, otro ratito su amigo. Tendrás que aceptar que habrá algún objeto preferido que no quiera compartir. Es aconsejable que cuando vayas a sitios donde estén otros niños, lleves sus juguetes sin esperar que los comparta.
Te interrumpe a menudo
Es un niño ansioso que le cuesta esperar cuando estás hablando, y no puede evitar el interrumpirte una vez tras otra. Esto sucede porque los niños piensan que todo gira en torno a ellos; y si lo escuchas mientras haces otra cosa, te seguirá reclamando hasta que consiga toda tu atención.
Si tiene un año de edad, préstale atención enseguida, luego que espere un poquito, y ve aumentando el tiempo de espera poco a poco, para que aprenda a ser paciente y no se frustre. También puedes explicarle que no debe absorberte, que si te quiere contar algo, solo tiene que esperar un momento.
Recuerda que en estas situaciones te ayudará el ser paciente y saber que esta conducta en su momento, cambiará.