Nuestros bebés son como pequeñas esponjas que absorben absolutamente todo, palabras, gestos, acciones, actitudes y comportamientos. Desde su nacimiento y los primeros años de su infancia no tienen completo control del conocimiento adquirido, pueden aprender o simular desde lo más simple hasta lo más amplio.
Aprenden cada segundo; lo que perciben y aquello que se les enseña, aunque a veces no nos percatemos de ello, durante los primeros meses el bebé viene al mundo con cierto ritmo vital, sincronizado con la naturaleza, y es por esta razón que debemos prevenir un desajuste entre éste y la velocidad de la vida de los adultos, así el pequeño no perderá su serenidad y armonía esencial.
Es imprescindible reconocer y respetar el momento adecuado para realizar con el bebé las actividades o suspenderlas cuando el niño no se encuentre en condiciones para disfrutar la interacción. Podemos evitar sobre estimularlo para no ocasionarle estrés o irritabilidad, es decir, observando sus reacciones podemos percatarnos si está aceptando positivamente nuestros estímulos.
Para una adecuada intervención debemos darle a los niños, estímulos visuales, auditivos y táctiles que aumenten de frecuencia, intensidad y duración, según su desarrollo psico-motor.
Ahora bien, para entender las capacidades de los niños, es necesario partir reconociendo los tres tipos de inteligencia exclusivamente humanas, producto de la corteza cerebral:
- Movilidad
- Manual
- Lenguaje
Y a raíz de esto se pueden extrapolar las capacidades del bebé durante sus primeros meses de vida.
Reflejos
- Deglución (tragar)
- Succión (chupar)
- Mordida.
- Presión de objetos pequeños.
- Parpadeo frente a cambios de intensidad de la luz.
Destrezas
- Llorar cuando tienen hambre o está incómodo, y cesar cuando se le alza o acaricia.
- Rechazar objetos poco satisfactorios (alimentación).
- Mirar objetos dentro de su campo visual.
- Dirigir los ojos hacia la luz.
- Realizar movimientos constantes con sus miembros.
- Seguir objetos con la vista.
- Sonreír ante apariciones visibles y animadas.
- Jugar con sus manos.
- Sostener objetos pequeños.
- Llevar la mano a la boca (coordinación brazo-boca)
- Buscar el sonido con la vista (coordinación ojo-oído)
- Imitar acciones que ha descubierto por sí mismo.
- Levantar y sostener la cabeza.
- Hacer gorgoritos. (Primeras vocalizaciones).
Capacidades
- Reaccionar al afecto.
- Girar su cabeza.
- Afirmar su cabeza.
- Mantener la cabeza erguida.
- Mover su cuerpo.
- Mirar con alguna atención diferentes objetos.
- Observar concentrado las cosas que se mueven.
- Emitir sonidos.
- Manifestar sonrisa.
- Sostener algo en sus manos.
Es necesario conocer hasta donde llegan las capacidades y reflejos del bebé durante sus primeros 12 meses, cabe la posibilidad que el pequeño no responda a ciertos estímulos o no presente los reflejos propios desde el nacimiento, lo que puede arrojar alguna patología congénita o adquirida que se debe tratar; (sordera, problemas visuales, de habla o lenguaje, movilidad, u afecciones cerebrales).