Besar es considerado un acto frecuente y «normal», solemos hacerlo para saludar y despedirnos, para demostrar afecto, cariño o amor. Del originen de los besos sabemos que data de más de mil años, cuando las mamás tenían que masticar la comida de los bebés para luego pasarla de boca a boca.
Para el siglo IV antes de Cristo, los griegos ya permitían el acto de besar en la boca a los hijos (familiares y amigos cercanos también podían hacerlo), y fue hasta mucho después que se permitieron los besos en la boca a las parejas.
Actualmente, besar a los bebés en la boca es algo normal en muchas familias, es una costumbre frecuente que muchas veces se realiza incluso espontáneamente. Sin embargo, es necesario tomar en cuenta varios aspectos sobre besar al bebé en la boca.
¿Por qué no hacerlo?
- Los médicos no están a favor de besar a los bebés en la boca porque a través de estos podemos transmitir a los pequeños enfermedades como gripe, catarro, resfriado o mononucleosis.
- Algunas personas lo relacionan con «conductas sexuales».
- De realizarse hasta que el niño esté en edad escolar, el puede buscar repetir este acto con sus compañeros de clases.
¿Por qué besar al bebé en la boca?
Cuando besamos a nuestros hijos en la boca les demostramos cariño, fortalecemos ese vínculo afectivo entre padres e hijos; sin ninguna connotación sexual, además el acto de besarlos ayuda al fortalecimiento y enriquecimiento de su desarrollo emocional.
Según la psicóloga de la Asociación Afecto; Claudia Jiménez Chacón, besar a los bebés en la boca “puede ser una manifestación normal de afecto que se da de padres a hijos. Sin embargo, la recomendación desde la parte médica es que no se haga, ya que el adulto puede transmitir una infección a su primogénito”.
Por esta razón es recomendable que cuando los padres sintamos alguna molestia, síntoma o estemos ante la presencia de un cuadro viral, evitemos por encima de cualquier cosa, dar besos a los bebés en la boca y así evitar el contagio.
Recomendaciones
- Realizar siempre un buen lavado de manos y mantener buena higiene corporal.
- No soplar la comida de los bebés.
- Evitar compartir el cepillo de dientes.
- No masticar la comida de los bebés antes de dársela.
- Enseñarle al niño a distinguir entre el trato de sus padres al de un adulto o desconocido.