Si estás embarazada de tu segundo hijo, mientras tu primogénito es pequeño aún, es posible que te preocupes por el efecto que el recién nacido causará en tu pequeño, así como por la manera en que te organizarás para atender a los dos a la vez.
No te preocupes demasiado: ya sabes lo que significa tener un bebé. De todas maneras, es bueno que planifiques de antemano algunas cuestiones importantes.
¿Cuándo comunicarle al pequeño que va a tener un hermanito?
No muy pronto. Piensa que para un niñito de 1 año, los 9 meses son una eternidad. Por otro lado, no subestimes la inteligencia de tu hijo, pronto notará cómo crece tu panza. Puedes aprovechar ese momento para contarle; dile que un nuevo bebé está creciendo dentro de ti, deja que toque suavemente tu vientre y dile que puede saludarlo. Luego, lo puedes invitar a un control para que escuche los latidos del bebé. Acostúmbralo mencionando al bebé a menudo, pero no lo ahogues con demasiada información, ya que los niños a esa edad no son realmente capaces de entender cómo cambiará su vida hasta después de que el bebé nace, y puede que les sea difícil incluso al verlo.
¿Qué hacer para tranquilizarlo?
Algo fundamental es que disfrutes del tiempo que tienes ahora con él, antes de que les cambie por completo la vida. Aprovecha al máximo la relación individual que tienes con él. Un detalle importante es que durante estos meses, lo ayudes a acostumbrarse a estar con las personas que lo cuidarán cuando llegue el momento del parto y el nacimiento.
Para ayudarle a entender lo que implica tener un bebé en casa, puedes mirar junto a él sus fotos de cuando era bebé y contarle cómo eran las cosas cuando él era tan pequeñito. Explícale que el nuevo bebé será igual y que después crecerá igual que él. No le menciones que serán amigos de inmediato, porque, durante el primer año aproximadamente, eso no pasará; en realidad, para él el recién llegado será algo molesto antes de ser un compañero de juegos.
¿Cómo organizarnos cuando sea el nacimiento?
Requerirás a tu familia y amigos para que te ayuden con tu pequeño una vez que llegue el momento. Ten sus números de teléfono a mano a todas horas para cualquier emergencia, y explícales de antemano cómo quieres que ayuden a tu pequeño a aceptar al bebé, por ejemplo, si ya nació, etc. Si quieres ser tú quien le diga que ya nació, dile a quien esté con él que no le diga todavía. Por otra parte, si quieres que tu hijo esté presente en el nacimiento, lee nuestro artículo sobre el tema, para que estés preparada y lo puedas preparar a él.
Aunque no está comprobado cómo influye el primer encuentro entre los hermanos, seguramente querrás que todo salga bien. Es ideal que cuando el hermano mayor entre a verlo, el bebé esté en la cuna para que tú tengas las manos libres para abrazarlo y observar al recién nacido con él.
Si tienes una cesárea, es probable que tengan que estar un tiempo separados, y eso sea muy triste. Para sobrellevar esta situación, el papá o un familiar o amigo cercano debe estar con el pequeño. Es más, muchos papás dicen que el nacimiento de su segundo hijo es una oportunidad para reforzar su relación con el primero. Puedes preparar un regalitos para cuando venga al hospital a visitarte y así distraerlo un poco mientras no estés con él en la casa.
¿Cómo te la arreglarás los primeros días y semanas?
Aquí te damos consejos para que no sea tan complicado:
- Deja hecho todo el trabajo que puedas. Cocina comida para un tiempo y congélalo, así tendrás una reserva de alimentos nutritivos para los primeros días después del parto.
- No dejes de aceptar ayuda por orgullo. No tengas miedo de sugerir a tus amigos cosas que ellos pueden hacer y que podrían ayudarte mucho.
- Rebaja tus expectativas sobre la apariencia de tu casa. Estarás muy ocupada con cosas más importantes que limpiar el polvo o planchar durante unos cuantos días.
- Tan pronto como puedas, trata de salir a dar un paseo. Salir diariamente un ratito te reanimará muchísimo.
- Haz que tu pequeño vea desde el principio que el recién nacido se interesa en él, que se fija en lo que hace y que lo ama. Dile: “Te está mirando cómo juegas” o “está fascinado con lo que haces”.
- Desde el comienzo, organiza juegos en los que ambos interactúen. Puedes pedirle ayuda cuando llegue la hora de bañar al bebé.
