Los cólicos son uno de los problemas más comunes en menores de 3 meses, y aunque las causas no están del todo definidas porque pueden ser diversas, sí está claro que debe estar atenta si su bebé llora más de tres horas diarias o al menos tres veces por semana. Al respecto, la Dra. Viginia Socías, de Laboratorio Chile, nos da algunos detalles.
Son un problema muy común, esta patología a pesar de no tener causa ciento por ciento definida, afecta aproximadamente al 20% de los niños de hasta 3 meses de vida.
“Es normal si un bebé llora porque siente hambre o está asustada o no puede conciliar el sueño. En lo que hay que poner atención es si su llanto es constante y sin razón aparente y en horarios fijos: al final de la tarde o llegada la noche”, señala la doctora Virginia Socías, directora médica de Laboratorio Chile.
¿Es un problema grave?
La especialista aclara que los cólicos no son una enfermedad y no provocan ningún tipo de problema a largo plazo, pero sí hay que estar pendientes pues son muy incómodos para los bebés.
“Suelen estar hinchados, mover mucho las piernas y soltar gases mientras lloran. Por eso es importante consultar un médico si es necesario o si existen dudas respecto de esta dolencia”.
La doctora también clara que cualquier niño –sea o no el primogénito, hombre o mujer, e independiente de si se ha alimentado o no con leche materna– puede sufrir cólicos.
¿Qué hacer para evitar los cólicos?
- Revisa su mamadera: Lo ideal es que al tomar no trague demasiado aire. Por eso debe fijarse muy bien en el tamaño, la forma del chupete y el agujero, que no debe ser muy pequeño ya que los bebés tienden a desesperarse cuando no sienten la leche.
- Coloca a tu bebé derecho cuando lo alimentes: De esta forma la leche bajará más rápido y directo a su estómago.
- Cumple con los horarios establecidos: Si te pasas de los horarios en que tu bebé acostumbra tomar leche, él estará mucho más ansioso, tomará más rápido y, de paso, tragará más aire del normal.
- Eliminar los gases: Mientras más seguido ‘bote los chanchitos’ menor es el riesgo de que acumule gases.
- Tu alimentación: Aunque seas fanática de algunos alimentos picantes, del café u otros productos considerados muy fuertes –como el queso, la leche y el yogur– trata de dejarlos de lado por algún tiempo. Y es que una de las teorías de los cólicos es que lo que la madre come puede afectar al bebé. Puedes probar por algunos días e ir viendo los resultados.