Para que tu hijo sea un genio no necesitas serlo tú; solo debes brindarle apoyo en el progreso de su potencial intelectual, aunado a que seas un padre afectuoso, involucrado en el desarrollo de tu hijo.
Para conseguirlo, te recomendamos practicar estos consejos divertidos y fáciles con lo que podrás impulsar su inteligencia:
- Establece una relación segura con tu bebé
Según Tracy Cutchlow, editora del libro “Reglas cerebrales para bebés” (Brain Rules for Baby), el cerebro se programa para buscar seguridad, y si no siente un ambiente seguro no puede aprender. Por eso es tan importante hacer sentir seguro a tu bebé.
Si tú y tu pareja discuten en presencia del bebé, cerciórate de restaurar el sentido de seguridad haciendo las paces delante de tu bebé. Los bebés no entienden las palabras, pero sí las emociones entre tú y tu pareja, y éstas les afectan.
- Relátale tu día
Los especialistas aconsejan que le platiques mucho a tu bebé. El cerebro es un órgano que busca patrones, explica Jill Stamm, experta en desarrollo temprano del cerebro y autora del libro “Brillante desde el comienzo” (Bright From the Start). Mientras más esquemas de lenguaje escuche, más sencillo le será asimilarlo.
Los niños a los que les hablaron habitualmente, para cuando cumplieron los 3 años de edad, tenían un coeficiente intelectual 1.5 veces más alto, que aquellos a quienes no les conversaron. Asimismo, los niños que están expuestos al lenguaje con una mayor regularidad, tienen más destrezas para leer, hablar y escribir cuando asisten al preescolar.
- Jugar “cara a cara”
Si quieres hacerle caras graciosas a tu bebé, no te detengas, aunque te asombre, con esto fomentarás su desarrollo cerebral.
Investigaciones recientes demuestran que los bebés empiezan a reconocer los gestos de sus padres a partir de los 3 o 4 meses de edad. A los 5 meses de nacidos, los bebés pueden entender emociones en rostros de individuos desconocidos. Entre los 7 y 9 meses de edad, pueden comprender las expresiones faciales de un mono o en un perro.
Jugar “cara a cara” nunca es excesivo, no obstante, observa si tu bebé parece demasiado estimulado. Las pausas son necesarias para el cerebro; si tu bebé muestra haber perdido el interés, no lo obligues, mejor espera unos minutos para que procese lo que ha aprendido.
- Menos tiempo detenido
Según Jill Stamm, los niños en la actualidad pasan un tiempo considerable en espacios pequeños: cochecitos, asientos para autos y otras cosas que limitan sus movimientos.
Por supuesto que la seguridad es primordial; pero lo que resalta Stamm, es la importancia de disminuir la duración del bebé en estas sillas cuando no lo requieren.
Los niños precisan responder a los estímulos externos. Deben poder moverse desenvueltamente y observar hacia todos lados. Esta es la primera fase del desarrollo del sistema de atención de tu hijo y establece las bases para una mejor capacidad de concentración.
- Señala lo que nombras
Se ha expuesto en diversos estudios que los niños asimilan un lenguaje más rápido si les señalas el objeto al mencionarlo.
En un comienzo, tu bebé te mirará a ti cuando señalas algo; al crecer, empezará a observar el objeto que con tu dedo señalas; a los 9 meses de edad, generalmente los bebés empiezan a seguir tu dedo y luego notarán lo que señalas. Cerca de los 9 o 10 meses de edad, los bebés te traerán los objetos para mostrártelos.