Un correcto diagnóstico de dermatitis atópica en bebés y niños pequeños es mucho más importante, sobre todo a la hora de instaurar el tratamiento.
Para ello, el paciente debe presentar, al menos, tres o más de las siguientes características:
– Que el primer episodio aparezca antes de los dos años de edad.
– Que los padres tengan un historial de piel seca o eccema; u otras afecciones alérgicas.
– Que el bebé tenga un historial de piel seca, que lo hará más propenso al eccema o que haya desarrollado con anterioridad eccema u otro tipo de afección atópica.
*En niños pequeños, la aparición de las lesiones en los pliegues de la piel es muy frecuente.. En bebés: cara, tronco y extremidades.
Dermatitis del lactante
Es la edad de aparición más frecuente. Generalmente, el aspecto de las lesiones lleva a pensar que la lesión es más grave de lo que realmente es. Las localizaciones frecuentes de los eccemas en lactantes son: cara, tronco y extremidades. Muchos de los casos de eccemas en lactantes acaban desapareciendo antes del año y medio de vida.
Dermatitis atópica infantil
A partir del año y medio o dos años de edad, las lesiones se desarrollan más frecuentemente en las flexuras (los pliegues de la piel), ya que son zonas muy propensas a este tipo de afecciones. El picor es muy intenso; y el rascado favorece la aparición de heridas y costras