¿Quiénes pueden verse afectados por la alergia?
La alergia no depende de la edad, el sexo, la raza o el nivel socioeconómico. Sin embargo, son más comunes en los niños, pudiendo reaparecer después de muchos años.
Existe una tendencia familiar a las alergias, aunque no está claro qué factores genéticos exactos las causan. Sobre esto, factores tales como las hormonas, el estrés, el humo, el perfume, u otros irritantes del medio ambiente pueden agravar la situación. En general, los síntomas de las alergias se desarrollan gradualmente a lo largo de un período de tiempo.
Algunos datos interesantes
- 1 de cada 3 personas puede sufrir alergia alguna vez en su vida.
- La rinitis alérgica estacional , también llamada fiebre del heno afecta a 1 de cada 5 personas. Hasta hace poco era desconocida, es muy propia de los países desarrollados.
- Casi 1 de cada 5 escolares puede padecer de asma.
- 1 de cada 6 niños sufre afecciones cutáneas asociadas a la alergia, especialmente el eccema.
- 1 de cada 20 personas sufre la erupción conocida como urticaria.
- Las alergias alimentarias, en especial al maní, aumentan a ritmo acelerado, pero todavía son poco frecuentes.
- Las reacciones alérgicas producidas por picaduras de avispas y abejas afectan al 10 % de la población.
Los medicamentos
Para tratar la alergia, se debe determinar el alérgeno que la causa y evitarlo en la medida de lo posible. Además, existen varios grupos de medicamentos que, usados de modo correcto, alivian los síntomas e incluso reducen la inflamación continuada de los tejidos debido a la alergia crónica. Estos son:
- Descongestionantes:Pueden usarse en forma tópica (aerosol) o por vía oral. Actúan produciendo la vasoconstricción de la mucosa nasal, lo que disminuye la inflamación y alivia la congestión, siendo el alivio rápido y eficaz. No deben usarse por períodos prolongados porque la interrupción continua de la irrigación sanguínea puede dañar los tejidos y empeorar los síntomas.
- Broncodilatadores: Relajan el músculo contraído que estrecha las vías respiratorias en los asmáticos, siendo su efecto rápido y eficaz.
- Emolientes: Suavizan y humedecen la piel, por lo que son el tratamiento básico de todos los trastornos cutáneos que producen picazón y descamación. Hay varios tipos diferentes por lo que el médico debe recetar el adecuado. Generalmente son preferibles las cremas que penetran en la piel en vez de las pomadas grasientas. Hay que tener precaución con los conservantes de los emolientes.
- Antihistamínicos: Se descubrieron hace más de 50 años y son la base de los tratamientos de la alergia. Hoy existen los de segunda generación que gozan de muchas ventajas sobre los tradicionales. Disminuyen la acción de la histamina liberada por los mastocitos y son eficaces contra el prurito y los estornudos. No penetran al encéfalo y no provocan somnolencia ni tanta sequedad de la boca.
- Antialérgicos: Impiden que los mastocitos y los Eosinófilos liberen la histamina y otras sustancias que provocan la inflamación y las molestias.
Deben aplicarse antes de entrar en contacto con el alérgeno, regularmente, y no tienen efectos secundarios. Son ideales para tratamientos de larga duración y efecciones crónicas. - Glucocorticoides: Son potentes y eficaces fármacos antialérgicos y antiinflamatorios, que aunque no inhiben la liberación de histamina y otras sustancias químicas de los mastocitos, alivian la inflamación. Actúan sobre las mismas células y les impiden producir unos importantes mediadores químicos llamados citoquinas, que influyen en el sistema inmunitario del organismo a un nivel muy básico. Son el tratamiento más eficaz para las alergias, siendo específicamente adecuados en los procesos de cuidado y los que son prolongados y no han respondido a otros tratamientos. Pueden administrarse en forma inhalatoria, intranasal o tópico, sin efectos secundarios y siendo metabolizados rápidamente por el hígado. Sin embargo, el uso prolongado y regular de cremas de corticoide puede causar disminución y alteración de la pigmentación de la piel.
Contenido desarrollado por el pediatra Pedro Barreda.