La picadura de insectos causan alergia en muchos niños y adultos cada año. Por lo general, una picadura causa molestia, dolor, enrojecimiento, inflamación y picazón. No obstante, un alérgico puede reaccionar exageradamente al producto inyectado por un insecto. El sistema inmunológico de la persona puede generar una sustancia alérgica llamada anticuerpo de immunoglobulina E (IgE), haciendo que la reacción alérgica sea severa. También puede suceder que al sufrir otra picadura del mismo insecto o de una especie similar, el veneno interactúe con el anticuerpo de IgE producido en respuesta a la primera picadura, lo que desencadenaría la liberación de histamina y otros agentes químicos que causan la alergia.
Síntomas
Muy pocos casos son de vida o muerte, pero los hay. Muchos órganos pueden verse afectados en forma rápida, lo que se denomina anafilaxis. Entre los síntomas está: urticaria en grandes áreas del cuerpo, inflamación en la garganta o la lengua, dificultad respiratoria, mareos, retorcijones de estómago, náuseas o diarrea. Puede incluso bajar la presión arterial y producir un shock y desmayo. En estos casos, se debe buscar un médico urgente, ya que puede ser fatal.
Identificación de los insectos picadores
Si se quiere evitar una picadura, hay que aprender a reconocer los insectos y dónde habitan. En general, hay 5 tipos de insectos que pican frecuentemente: chaqueta amarilla, abejas de miel, avispas, avispones y hormigas rojas.
Las chaqueta amarilla tienen marcas negras y amarillas y se encuentra en distintos climas. El material de sus nidos es similar al papel maché y se ubican comúnmente bajo tierra, aunque también pueden estar en las paredes, grietas o pilas de madera.
Las abejas de miel son más redondas y peludas, con colores café oscuro y marcas amarillas. Esta abeja es la que deja su aguijón con púas dentro de la víctima, muriendo al picar. Se debe tener en cuenta que estas abejas no son agresivas y sólo pican cuando se les molesta (si bien en Sudamérica hay “abejas asesinas», que son más agresivas y pueden picar en grupos). Las abejas de miel domesticadas viven en panales artificiales, mientras otras viven en panales en árboles huecos o cavidades de edificios, generalmente lugares protegidos.
Las avispas son más delgadas y alargadas, de color negro, café o rojo con marcas amarillas. Sus nidos son similares al de las abejas, formando un panal circular de celdas que se abre hacia abajo. Generalmente están bajo aleros, detrás de persianas o en arbustos o pilas de madera.
Los avispones son de color negro o café con marcas blancas, anaranjadas o amarillas y de tamaño más grande que la chaqueta amarilla. Sus nidos son grises o café, con forma de balón de fútbol americano y huecos, de material similar al de los nidos de la chaqueta amarilla. Se encuentran comúnmente en altura sobre ramas o huecos de árboles.
Las hormigas rojas son de color café rojizo. Habitan en montículos protuberantes, comunes en los climas más cálidos, que llegan a medir hasta 90 centímetros de diámetro y 45,7 centímetros de altura, conteniendo hasta 250.000 hormigas. Atacan sin aviso, mordiendo a la víctima e insertando su aguijón en la piel, girando, de manera que pica unas 8 veces en forma circular. El veneno es muy tóxico, por lo que arde mucho.
Para prevenir las picaduras
Hay que alejarse del territorio de los nidos, ya que estos insectos pican cuando sienten amenazado su hogar. En caso de encontrar un panal en la casa, se debe llamar a un exterminador capacitado. Si los insectos están volando cerca de uno, se debe mantener la tranquilidad y moverse lentamente. Hay que tener en cuenta que los insectos buscan néctar, por lo que es mejor evitar los perfumes dulces y la ropa de color cuando se está cerca de ellos. La misma precaución se debe tomar al cocinar y comer al aire libre. Hay que proteger los pies con un calzado cerrado y evitar la ropa suelta que pueda atrapar insectos.
Tratamiento
La picadura de una abeja de miel que ha dejado su aguijón debe tratarse sacando éste de la piel cuanto antes (raspando rápidamente con la uña para sacarlo). No se debe apretar el saco, ya que se introduciría más veneno por el aguijón. Los insectos que sólo muerden, deben ser espantados con cuidado para evitar más picaduras. Generalmente, las molestias pasan luego de una hora. En el caso de las hormigas rojas, se forma una pequeña ampolla donde se produjo cada picadura dentro de 4 horas, y luego una herida con pus las horas siguientes. La herida luego se rompe y cicatriza dentro de un par de días.
Es importante vigilar las picaduras para comprobar que no exista una infección bacteriana secundaria. Hasta en el 50% de los casos las molestias son grandes, acompañadas de picazón, enrojecimiento y dolor.
Medidas para tratar la picadura de insectos
- Eleva la zona afectada y aplica hielo o una compresa fría para reducir la inflamación y el dolor
- Limpia con cuidado las ampollas con agua y jabón para prevenir infecciones secundarias; no las rompas
- Utiliza ungüentos tópicos con esteroides o antihistamínicos orales para aliviar la picazón
- Acude al médico si la inflamación aumenta o parece infectarse
- Si ya has sufrido de alergias graves a los insectos, lleva siempre contigo un dispositivo de epinefrina autoinyectable (adrenalina), para evitar reacciones alérgicas graves. Luego se debe acudir al médico.
- Si sufres alergias severas puedes usar una pulsera o indicador que alerte la posible reacción y qué hacer para ayudarte de la mejor manera.
El doctor recolectará los antecedentes completos del paciente y realizará un examen para determinar qué alergia existe. Se usan pruebas de piel o de sangre (RAST) para alergias de insectos, a fin de detectar la presencia de cantidades significativas del anticuerpo IgE.
Entre los tratamientos está la inmunoterapia del veneno del insecto, mediante inyecciones que previene reacciones alérgicas futuras a las picaduras en un 97% de los casos. Lo que se hace es administrar dosis gradualmente más fuertes de extracto de veneno en intervalos de varias semanas a lo largo de un período de 3 a 5 años. De esta forma se refuerza el sistema inmunológico.
Si tienes dudas al respecto, consulta con un especialista en alergias para ver tratamientos alternativos. De esta manera, podrás moverte con libertad por los ambientes exteriores.