Como padres entendemos la importancia que tiene para nuestros hijos adolescente su vida social, compartir con amigos, disfrutar de un nuevo amor y experimentar su entorno a medida que crecen; por eso sabemos que las fiestas, precisamente a esta edad, es un»modo» de socializar para los chicos.
No obstante, una fiesta o reunión de adolescentes debe estar bajo la supervisión de los padres o un adulto para evitar excesos y consecuencias indeseables. Es por eso que la responsabilidad paterna juega un papel fundamental para que los hijos disfruten de una fiesta divertida y segura.
Datos a tener en cuenta sobre las fiestas de adolescentes:
Invitados: los chicos están inmersos en el mundo de la tecnología y las redes sociales, por tal razón, cuando un adolescente organiza una fiesta rápidamente se corre la voz a través de Facebook, Instagram, Twitter y WhatsApp, esto ocasiona que la lista de invitados sea infinita.
Lugar, hora y fecha: normalmente se realizan los fines de semana, inician muy tarde en la noche y comienzan en un lugar hasta terminar en otra casa.
¿Les permitimos tomar alcohol?
Aunque algunos padres creamos que al realizar la fiesta en casa tendremos en control total de la situación, resulta que el alcohol afecta a los adolescentes de manera distinta que a los adultos, por lo que, si pensamos que estarán protegidos por estar dentro del hogar, la realidad es otra.
Cuando los chicos ingieren bebidas alcohólicas alteran el buen juicio, por lo que están propensos a incitar a la violencia, irrespetar, caerse y lastimarse.
Recomendaciones para los padres
- Es ideal que hablemos con nuestros hijos sobre el consumo de alcohol y sus consecuencias, siendo honestos y estableciendo buena comunicación con los chicos serán menos propensos a ingerir bebidas alcohólicas. Datan las estadísticas que el 42% de los adolescentes cuyos padres conversan con ellos sobre las adicciones, consiguen evitarlas.
- Por otra parte, conocer a los amigos de los chicos y a sus familiares es idóneo ante este tipo de situaciones, así podemos cerciorar a dónde va y con quien estará.
- Si la fiesta se realiza en nuestro hogar, debemos percatarnos del sano juicio con el que llegan los invitados.
Si la fiesta es en nuestra casa:
- Planear todo con anticipación incluyendo al adolescente y haciéndolo participe y responsable.
- Establecer normas inquebrantables.
- Limitar y supervisar la cantidad de invitados.
- Algún adulto debe estar despierto y al tanto de lo que ocurre, sin entorpecer.
- Tengamos suficiente comida y bebidas (sin alcohol).
Si nuestro adolescente va a una fiesta:
- Debemos saber a dónde va y cuánto tiempo estará fuera.
- Tener el número de los padres del anfitrión de la fiesta.
- Hablar con nuestro hijo antes de irse y ponerle normas.
- Dejarle claras las consecuencias de incumplir nuestras reglas.
- Asegurarnos que nuestro hijo tenga cómo llegar a la fiesta y regresar a casa.
Esta bien que los chicos disfruten de su edad sanamente, por eso la comunicación padres-hijos es fundamental durante el crecimiento de nuestros hijos. Inculquemos en ellos confianza, honestidad, respeto y valor por la vida.
