En este período el bebé sigue explorando los objetos que encuentra; los agarra con fuerza y los sacude; los golpea contra el suelo; los mastica o los chupa; y también los hace volar por los aires.
Comienza a tener conciencia de su interacción con las cosas. Para fomentar su desarrollo, una buena idea es delimitar una zona de juegos en la casa que tenga muchos juguetes y libros para niños, donde tenga completa libertad de tirar, dar vueltas, agitar, abrir y ¡destrozar!
También empezará a asociar que los objetos sirven para algo en específico, como por ejemplo, que un teléfono sirve para llamar. Aunque el bebé no tenga la fuerza todavía para tomar un teléfono, tú puedes ayudarlo y sostenerlo mientras hablas con alguien imaginario. Eso le encantará.
En cuanto a sus hábitos para dormir, el pequeño seguirá durmiendo unas 2 siestas cada día, pero tanta actividad realizada durante el día puede hacer que duerma menos o que incluso se despierte por la noche. Si esto pasa, no lo levantes, es mejor que le hables calmadamente para que vuelva a conciliar el sueño.
Desarrollo socio-afectivo
El niño juega con las demás personas y grita cuando quiere atención. Entiende cuando pronuncias su nombre. Está aprendiendo a “manipular” a sus papás para conseguir algo.
Realiza movimientos con la quijada y hace mímica con su boca. Si algo no le agrada, lo aleja de sí con fuerza. Sonríe, patalea e intenta besar la imagen del espejo.
No se siente cómodo ante la presencia de desconocidos y es más selectivo ante la gente. Tiene cambios en el estado de ánimo que pueden sorprenderte por su brusquedad.
Otra conducta normal en este mes es que el niño llore cuando no estés. Puede mostrar algunas señales de ansiedad cuando te vayas y lo dejes con alguien más. Pero no tienes que preocuparte, pues se trata de una etapa de desarrollo que todos los niños pasan, en la que van adquiriendo más independencia y autonomía gradualmente.
Qué hacer si te parte el corazón ver llorar al bebé en tu ausencia
Estas recomendaciones pueden facilitarte el momento de las despedidas o separaciones:
- Si vas a salir, despídete de él con mucho cariño pero con firmeza. No debes hacer una larga despedida, sino más bien breve. Y no demuestres tú angustia o tristeza, porque eso lo dejará más desconsolado.
- Si ya te has ido, no te devuelvas a ver cómo está el bebé. Él debe entender que si te despides de él es porque estarás lejos por un tiempo, así no lo confundes.
- Si has quedado muy triste por dejarlo llorando, llama por teléfono a quien se ha quedado con él cuando llegues a tu lugar de destino. Probablemente ya se haya distraído y esté más tranquilo jugando.
- A volver a casa, salúdalo con mucha emoción. Preocúpate de que pasen un tiempo a solas para que él sepa que siempre estarás ahí para él.
Además, es importante que observes cómo reacciona tu pequeño cuando te alejas de él, para de esa manera ayudarlo con sus necesidades específicas. Pregúntate:
- Cuando lo voy a dejar a la sala cuna,¿llora igual o menos que cuando lo lleva el papá?
- Si con él llora menos, ¿no será mejor que siempre lo lleve él?
- Si lo dejo en casa con la niñera, ¿lo noto triste cuando llego? Quizás necesites cambiar de niñera o el lugar donde lo dejas.
Canciones para lavarse los dientes
Como a muchos niños no les gusta la rutina de lavarse los dientes, algunos padres han inventado algunos juegos para que sea más atractivo para ellos.
Una idea es crear alguna canción relacionada a la higiene dental. Y, si no eres tan creativa, puedes usar alguna que ya exista o adaptar una canción conocida. Canten la canción cuando ustedes mismos se laven los dientes y luego cuando le laven los dientes a él. Verás cómo cambiará su actitud frente a este hábito diario.