Los meses en este primer año de tu bebé siguen avanzando día a día. Ya han pasado nueve meses desde que tu pequeño cumplió año y ahora comienza un gran reto, saber si tu hijo está listo para dejar los pañales e ir al baño solito.
Una de las cosas que debes observar llegada esta etapa son las señales que te dará tu hijo; por ejemplo, si le interesa ver cómo los demás van al baño o si puede seguir órdenes simples. Si está enfrentándose a un cambio significativo, como un nuevo integrante de la familia, quizás sea mejor esperar un poco.
Sabemos que quizás pienses que tu bebé aun es muy pequeño para ir al baño, pero una manera fácil de enseñarle es mediante un inodoro para niños, donde el pequeño se puede sentar, tocando el piso. Más tarde, se puede utilizar uno que se adapte a la taza del baño, para que lo sientes (siempre ayudándolo hasta que pueda subir solo).
Bebés madrugadores
Si tu bebé despierta muy de mañana, puedes hacer algunos arreglos para ayudarlo a dormir más. Por ejemplo, puedes poner cortinas gruesas en su habitación para impedir que entre mucho sol en la mañana. También puedes acostarlo un poco más tarde y disminuir las siestas diarias.
Según los expertos en hábitos de sueño, para asegurar un sueño reparador para la familia entera se deben seguir los siguientes consejos:
- Acostarse cuando se tenga sueño, no siguiendo necesariamente un horario, y levantarse a la misma hora cada día.
- Evitar practicar ejercicios justo antes de dormir.
- No consumir estimulantes.
- No comer en gran cantidad ni beber mucha agua antes de ir a la cama.
- Dejar de dormir siestas largas o muy cercanas a la noche.
- Forjar un ambiente propicio para dormir, sin ruidos molestos, luces brillantes o camas sin comodidad.
- Restringir el uso del dormitorio únicamente para dormir y no como lugar de trabajo o living.
Dormir bien es tan importante para la vida, que se deben identificar los factores que inciden en un sueño poco reparador. Muchas veces las inquietudes, el estrés, o algún trastorno de ánimo afectan el descanso de algún miembro de la familia.
Algunas consecuencias de la falta de sueño son el mal humor, irritabilidad, alteración, problemas en las relaciones con otras personas o depresión.
Por todo lo anterior, es muy necesario seguir las recomendaciones para que puedas disfrutar de tu bebé, incluso si es un madrugador.
