En este mes notarás que tu bebé comienza a sentir temor a los ruidos fuertes, como cuando un globo se revienta o cuando hay truenos y relámpagos.
Sonidos que causan terror
Incluso algunos ruidos en la casa podrían asustarlo, como el sonido de la aspiradora o de algún otro electrodoméstico. Las sirenas o los fuegos artificiales son muy temidos por los niños a esta edad.
Para tranquilizarlo, puedes abrazarlo y demostrarle que entiendes sus sentimientos. Enséñale que puede taparse los oídos cuando haya un ruido muy fuerte a su alrededor. A medida que crezca, comprenderá el origen de los ruidos y pasará su terror.
El temperamento del bebé
Gradualmente irás identificando reacciones y emociones en tu hijo que te permitirán determinar su temperamento. Luego, de acuerdo con éste, podrás relacionarte con él de mejor modo, potenciando sus características que lo hacen ser una personita especial, muy distinta a ti quizás. Si hay algo que como papás ven en sus hijos y que les agrada, pueden promover esas características para que las desarrolle a mayor grado.
Es fundamental que en este proceso los padres lleguen a conocer al niño y respeten quién es como individuo, sin forzarlo a ser lo que ellos quieren que sea. En esta etapa entran a jugar la empatía y la comprensión. Por ejemplo, una reacción común es malinterpretar a los niños, catalogándolos de mañosos cuando quizás su comportamiento responda a una incomodidad frente a lugares con mucha gente o ruido. Una vez que los papás comprenden el temperamento de sus hijos, las cosas andan mejor.
Otro punto a tener en cuenta es que a veces los cambios producen inestabilidad en los niños, por lo que deben estar atentos para descubrir si el niño es flexible o requiere tiempo para adaptarse a los nuevos horarios. Asimismo, si notas que tu hijo está de mejor humor luego de dormir una siesta, entonces no la pases por alto. Y si ves que es tímido frente a situaciones desconocidas, dale tu apoyo para que pueda enfrentarlas sin que se ponga ansioso. Al respetar sus necesidades, le enseñarás a ser empático con los demás.
Las famosas pataletas
Una manera de evitar pataletas o berrinches es modificar el entorno en que se mueve de forma sutil, para que esté entretenido. Si el niño se frustra, llorará y se enojará. Pero, por más que trates, no siempre podrás evitarlas, ya que las rabietas son una parte normal de su desarrollo.
También es necesario que comprendas que no todos los niños son iguales, aun siendo de la misma familia, así que lo que le gusta o tranquiliza a uno de tus hijos no necesariamente servirá para el otro.
No compares a tu bebé con otro; mientras que algunos son amistosos y se dan con los extraños, otros no son sociables o son más bien introvertidos. Acepta a tu hijo tal como es y será feliz.