Cuando el pequeño llega a los 13 meses, es muy normal que ya haya dado sus primeros pasos y eso significa que él ya está dispuesto a explorar todo lo que se encuentra a su alrededor. A esta edad también comienzan a extrañar a su madre a cada momento, por lo que separarse de ella implica un momento de desesperación para él.
Ansiedad por separación
Por ejemplo, un comportamiento nuevo en tu bebé podría ser la tristeza cuando te vas, lo que se conoce como ansiedad por separación. Podría pasar que nadie lo pueda consolar, ni siquiera otros miembros de la familia o conocidos que estén con él frecuentemente.
Este comportamiento puede complicarte y quizás desees que el bebé no dependa tanto de ti. Además, podría despertar en ti un sentimiento de culpa, al dejarlo llorando cada vez que te ausentes. Sin embargo, la mayoría de las veces los bebés se calman al poco tiempo y se distraen o concentran en otra cosa.
Procura armarte de paciencia en esta etapa. La ansiedad por separación suele aparecer entre los 10 y 18 meses y luego se desvanece sola.
Juegos para él solito
Al cumplir esta edad el niño es capaz de entretenerse por sí solo, y tú puedes animarlo a ello. Enséñale a jugar con un nuevo juguete y déjalo solito por unos minutos, así irá comprendiendo que puede estar solo y que no depende de ti todo el tiempo.
Si se aburre o se inquieta y requiere de tu ayuda, prueba con otra actividad. Dejar que el pequeño juegue solo le permite aumentar su confianza en sí mismo y su autonomía.
Un consejo para ti
Si no puede dormirse fácilmente en su cuna, intenta apagarle las luces, mientras tú o el papá se sientan a su lado en la habitación. Si se mueve mucho, mete el brazo en su cuna y hazle cariño hasta que se tranquilice.
El simple hecho de que estés en su cuarto y que sienta tu presencia es un momento único en el que ambos se relajan luego de un largo día.