En este periodo, es importante estimular las capacidades sociales del bebé, sin importar cuán sociable sea o qué tipo de personalidad tenga.
Comenzando con la socialización
Algunas de las actividades que se pueden llevar a cabo son las siguientes:
- Jugar a las escondidas. Al bebé le encanta buscarte y esconderse de ti. Cualquier objeto, ya sea un mueble, un juguete grande o una pieza de ropa puede servir para esconderse o taparse.
- Jugar a lanzar y recoger objetos desde su cuna o corral. Al bebé le gusta mucho pasarte libros, juguetes y otras cosas, y que luego se los devuelvas. Este juego es un acto social, una manera en que se relaciona contigo y aprende a hacerlo con otras personas.
- Sentarlo delante de ti y llamar su atención. Ademanes como hacer adiós con la mano, aplaudir o taparte la cara pueden motivarlo a imitarte. Le encantará tener un público que lo alabe y repetir toda “actuación” que tenga respuesta positiva por parte de su audiencia. Sólo ten presente que debes celebrarle los buenos comportamientos, no los negativos.
Hitos en su desarrollo
Si tu hijo no ha dado sus primeros pasos, no te alarmes, ya que algunos niños se demoran un poco más, hasta los 16 ó 17 meses. De lo que debes asegurarte es de su adelantamiento continuo, es decir, un crecimiento progresivo con el aprendizaje de nuevas habilidades.
Aunque hay algunos calendarios “oficiales” de desarrollo infantil, estos solamente señalan el potencial de un niño en una etapa específica y no son completamente exactos. Confía en tu instinto de mamá y si crees que hay algún posible problema consulta con el pediatra.
Cuidando su seguridad
Puedes enseñarle al pequeño que hay cosas que no debe tomar, o mejor aún, dejarlas en un lugar que no pueda alcanzar. Los niños a esta edad no entienden todavía conceptos como “delicado” o “riesgoso”. Así que es mejor que dejes esas cosas fuera de su alcance.
Además, como el niño circula por muchos lugares de tu casa, comprueba que sea un lugar seguro para él. Cambia o modifica las puertas de muebles o las esquinas puntiagudas.
Como el bebé se desplaza y camina, llegará a más lugares, así que una buena idea es poner barandas en lugares peligrosos como escaleras o estufas, asegurando que no se genere un accidente.