En el primer mes de vida del bebé, comienza a establecer un ritmo respiratorio constante y regular, domina funciones como el llanto, estornudo, tos, bostezo, y todo lo que supone un esfuerzo para el pequeño.
A esta edad ya puede reconocer a mamá y figuras cercanas, sus sentidos ya están listos para recibir los estímulos, y procesar información básica que se irán desarrollando paulatinamente.
¿Cómo se comunica el bebé?
- Llegada la tercera semana del primer mes tu pequeño puede que se exprese mediante balbuceos, ruiditos con la boca y sonidos.
- Te recomendamos que respondas a esos ruiditos emitiendo sonidos similares y conversando con él, de esta forma lo ayudarás con el desarrollo de su lenguaje y, a la vez, lo tranquilizas.
- Aunque no estés en la misma pieza, puedes hablarle y él se sentirá feliz de escuchar tu voz desde lejos.
- Cuando le hables, captarás su atención; quizás deje de chuparse el dedo o de mamar para escucharte.
- Otra manera de estimularlo es describir lo que estás haciendo a medida que lo haces. También puedes incluirlo en la conversación si estás con otras personas, dejándolo escuchar lo que sucede a su alrededor. Verás como hace ruiditos en respuesta a estos estímulos.
Puede que hasta muestre alguna preferencia por ti, su papá u otro integrante de la familia o amigo, lo que muestra que es más receptivo a su entorno. En esta etapa su sonrisa es más definida y expresa felicidad, ya no es sólo un reflejo. Estimula su sonrisa mediante abrazos, cosquillas o juegos.
Reacciones del bebé
- Cuando hay ruidos imprevistos –como el timbre–, reaccionará de alguna manera, ya sea con miedo, llanto o sorpresa.
- Además, le encanta la música, las canciones o arrullos que le cantas o los musicales infantiles en la TV.
- Ya no está tan encogido y puede mantenerse un poco más erguido si lo levantas.
- Al estar acostado boca abajo puede que levante su cabeza y su pecho intermitentemente, como si estuviera haciendo pequeñas flexiones.
- Luego podrá darse la vuelta completa de la guatita a la espalda y viceversa.
- En este momento, el bebé puede enfocar sus dos ojos en un objeto y le agradan los diseños, colores y formas más elaboradas.
- Es capaz de seguir el movimiento de esos objetos con los ojos.
- También puedes colocar tu cara junto a la de él y mover suavemente tu cabeza de un lado a otro. Eso le encantará.
Por otra parte, el bebé necesita sentirse cómodo y se siente incómodo con facilidad. Te darás cuenta de que lo manifiesta antes de comer. Puede que llore antes, durante y después de darle pecho, o también cuando necesite un cambio de pañal. Por ahora el llanto sigue siendo su mejor modo de expresión.